"El pueblo estadounidense ha hablado y se le respeta.
Felicitaciones a Trump por su triunfo. El diálogo norte/sur sigue vigente y la realidad del colapso climático hará que giré alrededor de su solución", manifestó más temprano Petro, respectó de la elección del norteamericano.
"La única manera de sellar las fronteras es con la prosperidad de los pueblos del sur y el fin de los bloqueos", añadió en su mensaje el colombiano, en referencia a su posición respecto del tema migratorio, uno de los asuntos banderas de Trump, que prometió en campaña deportaciones masivas y hasta el fin de las ciudades santuario, entre otras.
Petro y Trump también se distancian en el tema ambiental; mientras el sudamericano cree que debe haber una transición hacia energías limpias, el fin de los combustibles fósiles y el cuidado de la selva y la biodiversidad; para Trump todo lo anterior son patrañas de progresistas y negado que haya calentamiento global, entre otros argumentos.
Uno de los temas que no podrá esquivar Colombia frente a la nueva administración estadounidense será la lucha antidrogas.
Mientras el gobierno de Joe Biden apoyó el proyecto de Petro de ser más benigno con los cultivadores y atacar el problema mediante incautaciones de cargamentos de cocaína, lo más probable es que Washington en la era Trump le exija a Bogotá reducir las hectáreas cultivadas.
De acuerdo con el más reciente informe de cultivos ilícitos, elaborado por la oficina de la ONU contra la Droga y el Delito, Colombia cerró 2023 con más de 20 mil nuevas hectáreas de hoja de coca sombras, al alcanzar las 253.000 hectáreas y una producción potencial de cocaína de 2.264 toneladas, para ese mismo periodo.
"El tema de la política de drogas volvería a ser central y tendremos algunas diferencias, pero es importante encontrar un lugar común", admitió hoy el canciller, Luis Gilberto Murillo, al reconocer uno uno de los puntos de discordia entre los dos países, con un agravante, cada año Washington certifica la lucha antidrogas de los países, entre quienes están alineados a sus políticas y quienes no lo están.
"No es bueno lo que va a ocurrir a Colombia y a Latinoamérica con el arrasador triunfo de Donald Trump", advirtió esta mañana el analista político, León Valencia, director de la oenegé Pares, de investigación social y temas del conflicto armado interno.
Precisamente Pares fue una de las primeras organizaciones de la sociedad civil que analizó el triunfo de Trump en detrimento de América Latina y en particular de Colombia, al advertir que vienen años difíciles para los gobiernos progresistas, y un periodo dorado para naciones con gobiernos ultraderechistas como El Salvador y Argentina.
"A Latinoamérica un hombre que hizo campaña prometiendo una deportación masiva no es demasiado alentador para el continente.
Y menos para Colombia. Es difícil encontrar a alguien más diferente a Petro que Trump, un aliado declarado de Milei y Bukele, dirigentes que están en las antípodas del presidente colombiano", advirtió Pares en su análisis.
Kevin Whitaker, exembajador de Estados Unidos en Colombia, dijo a la presión que se verá sometida Colombia en el tema antidrogas, incluso con el reclamo de la Casa Blanca para que vuelvan las fumigaciones con glifosato, se sumará el asunto migratorio que supondrá la exigencia de Washington para que Bogotá ejerza acciones disuasivas frente a los migrantes en el Tapón del Darién, frontera con Panamá.
"No es cuestión de construir un muro; ya intentamos eso con México. Sin embargo, se puede esperar una presión para que Colombia tenga una presencia disuasiva en esa zona, para gestionar el flujo migratorio que cruza el Darién hacia el norte", advirtió Whitaker, en declaraciones a Blu Radio.
Además de los temas anteriores, Colombia está llamada a arrastrar los problemas que se deriven de la posición que asuma el gobierno de Trump frente a Venezuela. En el pasado reciente, las sanciones y bloqueos al gobierno de Nicolás Maduro generaron una salida masiva de venezolanos, la mayoría de los cuales se estacionaron en Colombia.
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