Como un presagio de lo que vendría, sólo el 1 de octubre, cuando juramentó a su cargo ante el Congreso, se contabilizaron en todo el país un total de 80 homicidios, por arriba del promedio de 74 por día durante este mes, de los cuales 19 tuvieron lugar en Guanajuato (centro), el estado con mayor cifra de asesinatos del país.
Al tercer día del gobierno de Sheinbaum, en Guanajuato precisamente se registraron 32 homicidios, según cifras oficiales del gobierno federal, entre ellos el ataque a balazos de un centro clandestino para rehabilitación de drogadictos y alcohólicos que arrojó cuatro muertos y cinco heridos.
Otro foco rojo es el norteño estado de Sinaloa, escenario de una "guerra a muerte" entre dos facciones del Cártel de Sinaloa, enfrentados luego que fue detenido en Estados Unidos el 26 de julio pasado el líder histórico de la organización Ismael "El Mayo" Zambada, de 83 años.
El Mayo afirma que fue secuestrado y subido a un avión por el hijo homónimo de su compadre Joaquín "El Chapo Guzmán, condenado por un tribunal de Nueva York a mediados de 2019 a 11 cadenas perpetuas por contrabando de cocaína a Estados Unidos.
Este suceso ha convertido a las calles de Sinaloa en un escenario bélico que mantiene a la población aterrorizada y con sus actividades de todo tipo paralizadas.
Peniley Ramírez, del diario Reforma, dijo que "las primeras semanas de Sheinbaum pintan un panorama desolador", con un tercio del país, "en cifras rojas" y "reportes graves" en estados como Chiapas, Guerrero, Guanajuato y Michoacán, en el centro y sur del país.
"Estamos viendo una expansión y un acomodo territorial" de las bandas, así como "hay un mayor deterioro de la eficacia gubernamental", señaló Armando Vargas, coordinador del Programa de Seguridad de la ONG México Evalúa, citada por Ramírez.
Durante la gestión del expresidente Andrés Manuel López Obrador se contabilizaron 196.216, superando en más del 20% a su antecesor Enrique Peña Nieto (2012-2018), con 156.437) y casi 70% a la de Felipe Calderón (2006-2012, con 121.500), quien inició la vorágine actual que ha sumido a muchas zonas del país en el caos.
El pasado día 9, la jefa de Estado lanzó su estrategia anticrimen que, como prometió, se apoya en atacar las raíces de la violencia y pone énfasis en las labores de inteligencia, pero que generó algunas dudas entre los entendidos, aunque en algunos aspectos representa un cambio notable respecto a la falta de acciones de la gestión de López Obrador.
Este martes, el ministro de Seguridad Omar García Harfuch señaló que en este mes han sido detenidas por delitos "de alto impacto" 824 personas, entre ellas "miembros de alto rango de cárteles de drogas y en general del crimen organizado", gracias a "labores de inteligencia y coordinación interinstitucional".
Eduardo Guerrero, director de la firma Lantia Intelligence, señaló que se nota que, en el diseño de la estrategia de seguridad a cargo de Harfuch es un "trabajo de calidad", elaborado con "profesionalismo, experiencia e idea y claridad de lo que está sucediendo", pero mostró sus reservas sobre si será suficiente para reducir la violencia.
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