"Un país en el que la política empieza a inmiscuirse en cada aspecto de la vida es un país que se destruye a sí mismo.
Venezuela se contaminó de ese virus que es la política y todo tiene que ver con la política", dice Chirinos (Valera, 1967), que reside en España desde hace 27 años.
Allí "todo está imbuido en la ideología y pierde sentido todo lo demás. Y eso empobrece a Venezuela. Antes esto no era así, ahora siempre te topas con la pared ideológica", añade.
Cree que la democracia en Venezuela en los años 70 "empezó a suicidarse. Empezó a olvidarse de que la democracia no se da sola, cuando hay que trabajar continuamente para que la democracia funcione".
Ante la situación actual, se pregunta: "Si el ejército no se pone de parte de la oposición, ¿de dónde se van a sacar las armas para sacar a Maduro? Porque el ejército es el que obliga a irse a la gente, no la sociedad civil".
En literatura, apunta Chirinos, "el gran bloque literario de escritores se quedó del lado de la oposición". Por eso, considera que el FHE, que se celebra desde el lunes y hasta mañana en Los Llanos de Aridane (La Palma, Canarias) con la participación de 24 autores venezolanos, es "una bocanada de aire por el hecho de que podemos mostrar que en Venezuela no solamente se está hablando continuamente de política, sino que tiene cosas que ofrecer tanto de escritores que viven dentro como escritores venezolanos que vivimos afuera".
En España, Chirinos tiene contabilizado a medio centenar de escritores venezolanos residentes.
El escritor es desde el año pasado miembro correspondiente de la Academia Venezolana de la Lengua. Es "uno de los honores más grandes que he recibido en mi vida. Es un reconocimiento al trabajo que yo he ido haciendo por mi cuenta, pues he tratado de promocionar la literatura venezolana todo lo posible, a través de congresos, publicaciones, artículos, reseñas".
Los editores esperan de él, como venezolano, cuenta, que escriba de política pero Chirinos, autor de libros como "La manzana de Nietzsche" y "La sonrisa de los hipopótamos", es escritor de literatura gótica y fantástica.
Y considera que "la ficción en sí misma es el acto político, no como instrumento para hablar de política sino porque ella en sí misma es política. Es un acto subversivo del ser humano", subraya.
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