Los máximos dirigentes del chavismo presentaron la noche del lunes lo que calificaron como detalles y pruebas de la captura el fin de semana pasado de dos españoles y un checo, "parte de un grupo de mercenarios", en el estado de Amazonas, sur del país.
Ambos acusaron al Centro Nacional de Inteligencia de España de obedecer a la Agencia de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) y de haber contactado "a gente de varias nacionalidades" para de repartir tareas en este supuesto plan.
"Por ejemplo, el CNI le dio a unos mercenarios franceses la toma del aeropuerto de Maiquetía (el más importante del país, que sirve a Caracas)", dijo Cabello.
"Hoy día nosotros podemos asegurar que todo el armamento que ha llegado viene de los Estados Unidos", agregó sobre el anunciado decomiso de 400 fusiles, que según dijo, son de fabricación estadounidense y de uso exclusivo de los Navy Seals, el cuerpo élite de los Marines.
Maduro afirmó por su parte que en todo ese plan estuvo la mano del gobierno de Estados Unidos y que ese país no esperaba que su gobierno estuviera en capacidad de capturar al jefe de esa operación.
El plan, dijo Maduro, era utilizar las elecciones "como el disparador de un proceso de violencia creciente en escalada, que de acuerdo a los planificadores en Estados Unidos y a la fascista que todos conocemos aquí como La sayona (como califica a María Corina Machado) debía terminar en un asalto al poder político".
Afirmó que "esos delincuentes" ahora hacen pasar como perseguidos políticos. "Y salen los gobiernos de la derecha encabezados por Estados Unidos a decir 'Libertad para los presos'. ¿Libertad para los que mataron, para los que quemaron para los que destruyeron?", dijo al afirmar que la mayoría son "delincuentes convictos y confesos" y con antecedentes penales graves.
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