Yúnes se convirtió en el hombre más buscado del momento y las versiones que circulan en los ambientes políticos apuntan a que se habría "vendido" a Morena y sus aliados para dar oportunidad de aprobar este proyecto que requiere la mayoría calificada y al que le faltaba (86 de 128 votos posibles) y para lo cual el oficialismo requería un sólo voto.
Medios informativos locales recordaron que el 11 de julio
pasado, el parlamentario, sobre el que pesa una orden de captura
por presentar una constancia de residencia apócrifa al
postularse para el cargo, dijo que "no seré trofeo de Morena" y
señaló que "nunca me ha doblado nadie" al declarse vícitima de
"persecución política" por parte del gobierno.
El presidente del PAN, Marko Cortés, y la coordinadora de
su bancada en el Senado, Guadalupe Murguía, pidieron a Yunes
definir su postura después de que se abstuvo de acudir a una
reunión a la que se convocó a los 22 senadores y senadores de
esta organización.
A juicio de analistas y exponentes de la oposición "todo
indica que la traición está consumada" y el "perseguido
político" no sólo se ausentará el día de la votación, sino que
apoyará al oficialismo con el voto que le hace falta para
aprobar la reforma" a cambio de que le sean retirados los cargos
y que se le otorgue una compensación.
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