Nacido el 23 de septiembre de 1934 en Monfalcone, vive escondido con su esposa Paola y rodeado de sus seres queridos.
Un poco callado, a veces áspero, pero franco y auténtico como pocos, Paoli sonríe ante el hito de cumplir 90 años, "un día como cualquier otro, que celebraré con mis seres queridos y con las personas que amo. Y luego... -sonríe- llegarán 91, si todavía estoy vivo…".
Un objetivo no para todos, teniendo en cuenta el detalle de la bala que está encapsulada junto a su corazón desde 1963, cuando se pegó un tiro para acabar con ella, pero la bala se detuvo en el pericardio aunque "ya no me molesta hacer sonar el detector de metales", escribe irónicamente en el libro autobiográfico "Cosa farò da grande. Yo miei primi 90 años".
"Quería presentarlo como 'un libro para no leer' porque todos mis errores están dentro. Nunca quise usar mascarillas, pero son las que me hicieron crecer y volvería a hacer todo", asegura.
Autor de canciones inolvidables, escribió más de 200, desde "Sapore di sale" hasta "Unaunga storia d'amore", "Il cielo in una stanza", "La gatta", "Quattro amici", "Che cosa c'è", "Senza Fine", Gino Paoli debutó en el disco del sello Nanni Ricordi en 1959.
El Cantagiro, San Remo, los gatos, el mar, los grandes amigos Tenco, Lauzi y De André, primeros padres como él de la escuela musical genovesa, y luego las mujeres, Ornella Vanoni, Stefania Sandrelli y su amada esposa Paola Penzo.
Desde su ermita, rodeado de las pasiones de toda una vida, observa el mundo con sus rápidos cambios y conflictos. Si se le pregunta si ve a las personas, sus ojos, su sensibilidad han cambiado, Gino Paoli responde con la profundidad habitual en la que se trasluce su habitual inconformismo: "Sí, todo me parece muy cambiado, como si el condicionamiento me hubiera quitado la visión personal, hoy en día ves cosas que alguien ya ha visto, ya no afrontas la realidad tal como es, de forma personal, sino que de alguna manera llega ya masticada y traducida por otro, y eso no salva nada".
En cuanto a la música, el escenario evidentemente no inspira. "Ahora no producimos cosas que quedarán, en mi opinión, no podría indicar nada en particular, pero no sé qué quedará de esta música hoy, no veo un futuro, no sé cómo verlo", observa.
Ornella Vanoni cumplirá 90 años el 22 de septiembre, un día antes que él. Una asociación que de alguna manera continúa, paralela, sin fin, un vínculo artístico tan importante como lo ha sido, en los últimos años, el de Danilo Rea, con quien, piano y voz, la comprensión de Paoli en el escenario siempre ha sido extraordinaria.
Mientras Ornella anuncia nuevos proyectos, Gino se define como un "vago amante de su sofá" y además, dice, "la relación con el público es algo que se extraña y no se puede renunciar.
Paola siempre me dice que lo necesito".
Los saludos de Paoli a Vanoni vía ANSA son naturalmente de su estilo: "Ornella es dura como el cuarzo, no necesita buenos deseos, sabe salir adelante más allá de todas las expectativas.
Con esta libertad que le da su edad, puede decir lo que ella quiere, es demasiado inteligente y nadie tiene el coraje de oponerse a ella ni creo que alguien piense que puede hacer lo que ella hace". "Ornella, continúa como estás!", brama.
No se sabe dónde ni cuando volveremos a ver a Paoli en un escenario, pero hay buenas noticias: "Estoy escribiendo nuevas canciones -revela- tengo cinco o seis que me gustan y estoy trabajando en ellas".
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