La actriz estadounidense, a la que los jóvenes fans esperan bajo el Palacio del Cine con el cartel en la mano de "Avatar", una de sus películas más populares, profesa amor por la cinematografía italiana y como ocurre muy a menudo (hoy también dijo lo mismo Tim Burton) rinde un homenaje al crecimiento y la pasión por el cine a partir de nuestra filmografía.
"Como espectador me enamoré de Fellini, De Sica y Antonioni.
Recuerdo 'Divorzio all'italiana' como si fuera ayer, esas películas me llevaron a un mundo diferente y ahí empezó todo", dice.
Weaver, de 74 años con gran esplendor, recibirá esta tarde el premio de manos de la actriz francesa Camille Cottin en la ceremonia de inauguración de la 81ª Mostra de Venecia, pero no se habla en absoluto del final de su carrera: "Todavía tengo dos Avatares - bromea - y en Londres, en el teatro, una de mis grandes pasiones, seré Próspero en 'La tempestad' de Shakespeare".
En cuanto a la teniente Ellen Ripley de la saga Alien de Ridley Scott, uno de los papeles que la hizo famosa, no descarta regresar.
"A menudo me pregunto por qué debería dejar de hacerlo. Es cierto que he tenido mucha suerte, siempre he amado y respetado este trabajo y he conocido a directores encantadores como Peter Weir y Ridley Scott, que me dieron la oportunidad de interpretar a personas más que a mujeres. Para desempeñar un papel que no tiene que ser femenino y eso es raro en esta industria, se encontraron pensando que las mujeres mayores podrían interpretar a personas reales", agrega.
"Alien", "Avatar", pero también "Gorillas in the Mist" ("Siempre trabajo para la fundación Dian Fossey para la protección de estos animales que amo tanto"), Sigourney Weaver tiene una carrera de mujeres cinematográficamente no estereotipadas.
"Siempre me preguntan por qué interpreto a mujeres fuertes y creo que es una pregunta realmente extraña: simple, las mujeres son fuertes, siempre lo han sido y todos los días, están en la primera línea de cada emergencia, empezando por la crisis climática y no es porque quieran sino porque tienen que hacerlo", se entusiasma Weaver.
"Y las mujeres reales son mi fuente de inspiración. En Hollywood no nos han utilizado como podíamos, somos capaces de hacer de todo, el cine sólo ha utilizado un trozo del pastel pero nos lo merecemos entero. Y si yo a mi vez soy considerada un símbolo de empoderamiento en Hollywood, estoy feliz, pero se lo debo a ellas. Muchas mujeres me lo agradecen: pensar que mi trabajo podría haber tenido un impacto para las mujeres me hace feliz, ahora todas estamos emocionadas por Kamala Harris", dice.
Hija del arte, de un padre productor de televisión y de una madre actriz, dice que empezó "casi en contra de su voluntad, como todos los padres que no quieren que sigas su profesión porque conocen los lados negativos".
"Estaban convencidos de que me comerían viva en el mundo del cine y tuvieron que cambiar de opinión", añade Sigourney Weaver, que también quiere recordar a su primera fuente de inspiración, Ingrid Bergman, "con quien fui asistente en el comienzo de mi carrera".
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