"Queen Cleopatra", que se estrena el 10 de mayo, presenta a Adele James en el papel principal, una decisión de casting que el gigante de la transmisión dice que es "un guiño a la conversación de siglos sobre la raza de la gobernante", pero que los funcionarios de El Cairo han descartado como "falacia histórica flagrante".
La declaración del gobierno egipcio calienta una escalada en una disputa que ha provocado demandas para la cancelación del programa, en medio de un debate más amplio sobre la representación en la cultura popular.
El docu-drama de ocho episodios es producido por Jada Pinkett-Smith.
El Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto argumentó que la naturaleza documental de la película "requiere que los responsables de su producción investiguen la precisión y se basen en hechos históricos y científicos".
Las monedas y estatuas de la época muestran a una mujer de piel clara, de acuerdo con la ascendencia griega macedonia de Cleopatra, argumentó el ministerio.
El doctor Mostafa Waziri, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, dijo en una declaración que la aparición de Cleopatra en el programa es una "falsificación de la historia egipcia y una falacia histórica descarada".
Añadió que su queja estaba "lejos de cualquier racismo étnico, haciendo hincapié en el pleno respeto por las civilizaciones africanas y por nuestros hermanos en el continente africano que nos une a todos".
La representación de figuras históricas en la pantalla ha alimentado debates en todo el mundo, pero especialmente en un país con una historia tan rica como Egipto, que ha hecho de su antiguo pasado una parte de su identidad nacional moderna y de la industria turística.
La reina, que fue coronada Cleopatra VII y reinó del 51 al 30 a. C., era la descendiente directa de Ptolomeo I Soter, guardaespaldas de Alejandro Magno y fundador del Reino Ptolemaico, de habla griega.
Después de su muerte -discutida y dramatizada, según la leyenda popular debido a una mordedura de serpiente autoinfligida-, Egipto se convirtió en una colonia romana.
Los escritores romanos, incluidos Plutarco y Dión, conocidos por hacer una crónica de los mundos romano y griego durante el reinado de Cleopatra, dijeron que la reina era de piel clara y de ascendencia macedonia.
Otros académicos han argumentado que es posible que ella pudiera haber sido una cuarta parte egipcia.
"Los egipcios no llevaban las características de los africanos subsaharianos", dijo el Dr. Samia Al-Mirghani, ex directora general del Centro de Investigación y Conservación de Antigüedades, citando evidencia de estudios antropológicos y pruebas de ADN.
Sin embargo, admitió que había "una gran diversidad" entre los egipcios debido a la naturaleza fluida e internacional del reino.
Uno de los arqueólogos más famosos de Egipto y ministro de antigüedades, Zahi Hawass, fue inflexible: Cleopatra no era negra.
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