El tradicional ciclo Domus Artium reunirá a grandes estrellas de la lírica y la música clásica, en la intimidad de edificios históricos de Roma, a partir del 27 de enero de 2023.
La diva Angela Gheorghiu, icono de la ópera que no canta en Roma desde un evento con Andrea Bocelli, regresa al Coliseo después de más de 10 años.
El talento de Pichas Zucherman y su trío con el "Spectra Trio" de Beethoven, y luego Midori, el músico japonés envuelto en un aura misteriosa, en el recital con el solo de violín de Bach, son solo algunas algunas de las estrellas de la segunda temporada de Domus Artium.
Es un circuito de conciertos internacionales que llevarán la música a residencias únicas en la capital italiana, desde la Galleria Borghese al Palazzo Colonna, al Casino dell'Aurora de Villa Ludovisi Boncompagni y, como novedad este año, también a edificios institucionales y espacios públicos como el Auditorio Parco della Musica.
Concebida por Barrett Wissman, con una carrera en gestión artística global y ex alma del "Tuscan Sun Festival en Cortona, Domus Artium fue creada para "promover el interés por el arte y un futuro para la cultura".
"Lo que me preocupa hoy es la pérdida del público", explicó el directo ejecutivo.
Domus Artium, con sus cenas y brindis tras los conciertos o las visitas guiadas a las maravillas de las residencias romanas del siglo XVI, son una forma de "hacer crecer un nuevo público del futuro".
"No son eventos pensados ;;para la élite, sino acercar a la gente a los artistas y hacerlo en un ambiente no muy grande", casi en la intimidad, siguió. "Entonces, eso es otra cosa".
"No en vano, también estamos trabajando en un cuadernillo de abonos para jóvenes", añadió Wissman.
Comenzará con el patrocinio del Ministerio de Cultura el 27 de enero en el Palazzo della Cancelleria, con Nina Kotova, directora musical de Domus Artium, junto a Josu de Solaun en la sonata para violonchelo de Chopin.
El repaso continúa luego hasta mayo con cinco fechas romanas, sumándose también la pianista canadiense Hélène Mercier junto a las estrellas del violín y el violonchelo, Renaud Capuçon y Kian Soltani, y el primer clarinete de la Orquesta de París Pascal Moraguès.
Interpretarán el Quatuor pour la fin du temps, la obra maestra de Olivier Messiaen escrita durante su encarcelamiento en un campo alemán en 1941.
Se suma este año la colaboración de la Academia Internacional de Imola, con obras de teatro y master clases, que culminará en el Teatro Flaiano con el concierto de cuatro alumnos para Imola.
"Concebimos esta iniciativa juntos. No es solo una colaboración", explicó el subsecretario de Cultura Vittorio Sgarbi, que ya había colaborado con Barrett en la época del Festival Tuscan Sun.
"Me había llamado para la sección de arte y con ese festival hizo de Cortona una ciudad mucho más moderna", recordó. "La música, que es quizás el arte más alto, es hoy quizás un poco marginal en nuestro ministerio.
"Traerla a los edificios históricos es una forma de volver a hacerlo fundamental", dijo Sgarbi.
Como crítico y experto en arte, Sgarbi también realizará dos conferencias dedicadas a Caravaggio. El primero en el Casino Boncompagni Ludovisi que alberga "la primera obra creada por Caravaggio cuando llegó a Roma" y el segundo "quizás en la Galleria Borghese", donde se guardan los lienzos recogidos por el cardenal Scipione.
"Hoy en Italia no hay evento como el Festival de Salzburgo", concluyó Wissman junto con la superintendente de la Academia Internacional de Imola Angela Maria Gidaro y la directora del Palazzo Colonna Patrizia Piergiovanni.
"Pero podemos hacerlo. Ya estamos trabajando para tener el próximo año también artes visuales, actores, danza", dijo. "Y para el futuro está la idea de un festival en junio en Tuscia".
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