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La inolvidable Monica Vitti cumple 90 años

Hace 20 años, la actriz se llamó a silencio, brillos perduran

ROMA, 01 noviembre 2021, 10:56

Por Giorgio Gosetti

ANSACheck

La belleza de Mónica Vittien sus años de esplendor. Cumple 90 años - TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

El 3 de noviembre es una fecha bella para Italia, se celebra el 90 cumpleaños de Monica Vitti, una de esas actrices que aún hoy hacen inmortal al cine de ese país en el mundo, aunque desde hace dos década no aparezca públicamente.
    La legendaria actriz, inolvidable, parece haber dejado todo atrás desde hace veinte años, sin embargo, el limbo en el que pasa la vida está poblado de imágenes, celebraciones, recuerdos muy vívidos. Ella está, aún sin estar.
    Es un ícono que brilla más allá del tiempo, la enfermedad, el olvido. Para Vitti, el cine siempre ha sido un elixir de vida y aún hoy le devuelve un presente eterno.
    La cruel realidad es mucho más dolorosa, una forma de Alzheimer la aisló del mundo, una opción que su esposo Roberto Russo defiende con gran rigor y respeto luchando contra el "se dice que..." y las noticias falsas que pueblan las redes.
    La última aparición pública de Vitti ocurrió hace 19 años en un estreno y ya, a lo largo de los años anteriores, su participación en eventos oficiales fueron muy pocos después de un retiro de la escena que se remonta a 2001, cuando recibió en el Quirinale el David di Donatello. Sin embargo, es como si nunca se hubiera alejado del espectáculo y fuera uno de esos nombres que hasta los más jóvenes reconocen.
    Además, sigue ligada a aquella memorable asociación con Michelangelo Antonioni a lo largo de los años '60, amada por los espectadores por aquellas cintas con Alberto Sordi en el corazón de la mejor etapa de la comedia italiana.
    Monica es la encarnación viviente de la edad de oro del cine Italiano: rostro, voz, carisma que ninguna otra ha podido repetir.
    María Luisa Ceciarelli nació en Roma, el 3 de noviembre de 1931, creció en Sicilia antes de la guerra debido al trabajo de padre (inspector de comercio), enamorada de la actuación desde desde la adolescencia (cuando montaba pequeños espectáculos para distraer a los hermanos de los horrores de las bombas en los últimos años de la guerra), se graduó en 1953 de la Academia del Arte Dramático bajo la dirección de Silvio d'Amico y con un profesor asociado excepcional como Sergio Tofano.
    Radican ahí los signos de su ductilidad como intérprete: el primero la empuja a escenario para enfrentarse a grandes papeles dramáticos (Shakespeare, Moliere, Nicodemi y "El enemigo" con el que conquista al público), el segundo la lleva a dar rienda suelta a su brío histriónico en la exitosa serie de comedias inspiradas en el personaje del Señor Bonaventura, entonces un héroe muy popular de historietas.
    Mientras tanto, se ha dado un nombre artístico con el que reemplazar el apodo de "Setti Vistini" con el que la llamaron amigos y familiares por su capacidad de transformarse en prisa y furia. Escoge un apellido que le recuerda a su amada madre (Adele Vittiglia) y un nombre que le "suena bien" y que todavía no está de moda. Nace Monica Vitti.
    Debuta en el cine en el 55 con un pequeño papel en "Adriana Lecouvreur" de Guido Salvini junto a monstruos sagrados como Valentina Cortese, Gabriele Ferzetti y Memo Benassi, pero cinco años después muta en la musa de Antonioni. Llegan "La aventura" (1960), "La noche" (1961), "El Eclipse" (1962) y "El desierto rojo" (1964), filmes que la convierten en diva internacional.
    Los directores internacionales también la desean porque además de una cara hermosa y misteriosa, despunta su voz ronca y suave que (al igual que Claudia Cardinale en los mismos años) afirma una diversidad de la escuela tradicional de dicción.
    Sin embargo, el símbolo de la mujer misteriosa y helada no es para ella, al igual que la imagen de ser distante e incognoscible. En los mismos años '60 intentó varias veces con la televisión y cosechó un reconocimiento especial con la participación en los atormentados 1968 como jurado del Festival de Cine de Cannes, cuando renunció a su rol en solidaridad con los manifestantes de la Nouvelle Vague.
    Luego abraza la idea de la comedia gracias a Mario Monicelli que la hace protagonista de "La niña de la pistola". El éxito es popular, inmediato, contagioso. En pleno 68, la emancipación de la tímida Assunta Patané, una siciliana que persigue al hombre que la deshonró (Charles Giuffrè) y luego comprende que también se puede ser libre y honrado sin pasar por el asesinato por honor.
    Vitti muestra allí un talento brillante e inesperado que pronto le permitirá luchar en pie de igualdad con los coroneles de la comedia italiana. La única mujer ganadora en esa puja.
    Tras eso,Vitti domina el cine italiano de los años '70. Se permiten extravagancias de calidad, como en papeles montados sobre su encanto como en "El fantasma de la libertad" (1974). de Luis Buñuel.
    Vienen luego triunfos en dupla con el mítico Alberto Sordi (especialmente gracias a "Polvere di stelle", dirigida por Albertone), luego "Mimì Bluette... fiore del mio giardino" dirigida por Carlo Di Palma (el gran director de la fotografía que se convirtió en su socio) y más tarde el fotógrafo Roberto Russo, quien hace su debut como director con ella, con "Flirt", cinta con la que gana el premio a la mejor actriz en Berlín en 1983.
    Se suma más tarde el León de Oro a la Trayectoria que le fue otorgado en 1995 en el Festival de Cine de Venecia, uno de los más grandes premios internacionales que alzó junto con los 5 David, 12 Globos de oro y las 3 cintas de plata ganadas en casa.
    Vitti escribe dos libros autobiográficos, firma su propio y único filme como directora ("Scandalo segret") en 1990, pero en los albores del nuevo siglo, el volcán casi se apaga inadvertidamente y solo la dedicación de su esposo Roberto Russo la protege de la morbosa curiosidad de los paparazzi.
    Así, gracias a él, podemos ver y recordarla en la plenitud de su arte y de su vitalidad, con esa risa cálida y gutural. Mil celebraciones, exposiciones, homenajes dedicados a ella han emergido en los últimos meses. Brillos y sombras de una vida que para el cine fue mágica y esplendorosa.
   

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