El misterioso objeto X7 que es atraído por el gran agujero negro en el centro de la Vía Láctea, Sagittarius A* (Sgr A*), y que podría terminar en su interior dentro de unos años, podría ser una nube de gas y polvo generada por la colisión entre dos estrellas.
Así lo sugieren los datos recogidos a lo largo de dos décadas de observación por parte de investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y del Keck Observatory en Hawai.
El estudio ha sido publicado en The Astrophysical Journal y su autora principal es la italiana Anna Ciurlo, que forma parte del Galactic Center Group de UCLA, guiado por la premio Nobel Andrea Ghez.
El objeto X7 tiene una masa 50 veces la de la Tierra y sigue una órbita alrededor de Sgr A* que necesitaría 170 años para ser completada.
Su forma ha cambiado mucho a lo largo del tiempo: "Ningún otro objeto de esta región ha mostrado una evolución tan extrema", explica Ciurlo.
Si bien el origen de X7 es todavía objeto de debate, los datos parecen sugerir que se formó tras la colisión y la fusión de dos estrellas, un fenómeno común sobre todo cerca de los agujeros negros, señala Ciurlo.
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