/ricerca/americalatina/search.shtml?any=
Muestra menos

Se hai scelto di non accettare i cookie di profilazione e tracciamento, puoi aderire all’abbonamento "Consentless" a un costo molto accessibile, oppure scegliere un altro abbonamento per accedere ad ANSA.it.

Ti invitiamo a leggere le Condizioni Generali di Servizio, la Cookie Policy e l'Informativa Privacy.

Puoi leggere tutti i titoli di ANSA.it
e 10 contenuti ogni 30 giorni
a €16,99/anno

  • Servizio equivalente a quello accessibile prestando il consenso ai cookie di profilazione pubblicitaria e tracciamento
  • Durata annuale (senza rinnovo automatico)
  • Un pop-up ti avvertirà che hai raggiunto i contenuti consentiti in 30 giorni (potrai continuare a vedere tutti i titoli del sito, ma per aprire altri contenuti dovrai attendere il successivo periodo di 30 giorni)
  • Pubblicità presente ma non profilata o gestibile mediante il pannello delle preferenze
  • Iscrizione alle Newsletter tematiche curate dalle redazioni ANSA.


Per accedere senza limiti a tutti i contenuti di ANSA.it

Scegli il piano di abbonamento più adatto alle tue esigenze.

Un héroe que llegó del desierto

Voluntario, especialista en pozos, cavó con sus manos por horas

RABAT, 05 febrero 2022, 17:27

Redaccion ANSA

ANSACheck

Desesperado rescate de un niño de cinco años - TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

La historia de Ryan (o Rayan, según una traducción más precisa), el niño que se cayó al pozo mientras jugaba, cruza muchas otras historias.


    La emoción suscitada por el asunto suscitó una ola de solidaridad.

Pero es el hombre de la camisa azul, el más aplaudido en Tamrout, el pueblo de las montañas del Rif, escenario de la historia, durante las operaciones de rescate es Ali El Jajaoui.
    Apareció con esa camiseta y una gorra negra en la cabeza para preguntar si podía ayudar. Especialista en perforación, procede de Erfoud, en el sur de Marruecos, por eso le llaman Ali Sahraoui, o sea "Ali del desierto".
    És un voluntario. Su trabajo es cavar pozos. Y en Erfoud, a las puertas del Sahara, donde el agua es garantía de supervivencia, el de Ali es un oficio que casi da un aura de magia.
    Cuando el hombre se enteró de Rayan, se puso disponible.
    Partió de Erfoud, recorriendo casi todo Marruecos, de sur a norte, para compartir los secretos de los pozos con los técnicos que ya estaban trabajando.
    Suya fue la idea del túnel de conexión entre el cráter y el punto donde había caído Rayan.
    Cuando se fueron las excavadoras, llegó el momento de Ali de cavar a mano hasta el final con otros tres jóvenes. Un trabajo de horas, porque Ali entró en el cráter el viernes, más o menos a las 18 (hora local), para salir el sábado, una vez finalizada la operación.
    Aplaudido por el público cada vez que se asomaba, para beber un sorbo de agua o para recuperar el aliento, su foto se hizo viral en las redes sociales.
    Eran horas difíciles aquellas entre la noche del viernes y el sábado. La roca, el último obstáculo entre los picos y el pequeño, podría ceder, arrastrando la pared del cráter sobre el pozo y los rescatistas.
   

TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA

Compartir

O utilizza