Los directores ejecutivos de Stellantis y Renault, Carlos Tavares y Luca De Meo, respectivamente, sugieren cooperar con la industria China para superar las dificultades del sector automotriz.
Tavares y De Meo hicieron esas declaraciones en el día de la inauguración del Salón del Automóvil de París, una de las grandes citas de la industria automovilística europea que este año llega a su nonagésima edición.
Los automóviles eléctricos cuestan bastante y, no obstante los esfuerzos de los fabricantes para reducirlos, "en este momento de transición, sin incentivos, el precio es aún muy alto", advirtió Tavares, poniendo, como ejemplo, a Francia.
"El apoyo oficial, como fue hecho con éxito este año en Francia gracias al bonus ecológico y al programa de leasing eléctrico, es más necesario que nunca. Estamos orgullosos de estar en primera línea en esta iniciativa, que contribuyó enormemente a la democratización de la movilidad eléctrica en toda Francia. Auguramos que otros adopten programas como estos", Para el manager portugués, que el lunes se dijo totalmente abierto a continuar el diálogo con Italia tras las tensiones de días anteriores, "el modo mejor para competir inmediatamente con los chinos fue el de subir a su tren en vez de dejarnos atropellar".
Una referencia, en particular, al acuerdo considerado "único e innovador con Leapmotor para competir contras las casas automovilísticas chinas, a partir de Europa y expandiéndose a todo el mundo".
Tavares resaltó que Stellantis es hoy "la única empresa occidental que administra una marca china mediante nuestra JV, Leapmotor International, utilizando nuestra experiencia comercial y venta al por menor".
Por su parte, el número uno de Renault y también presidente de la Asociación de la Industria Automovilística Europea (ACEA), Luca De Meo, apeló a las marcas del Viejo Continente para que cooperen con los fabricantes chinos para atravesar las dificultades.
"Los europeos deben estrechar un diálogo con China y conectarse con el ecosistema chino, para obtener lo mejor, en un espíritu de 'coopetizione'", exhortó De Meo, acuñando una nueva abreviatura entre las palabras "cooperación" y "competición".
"Jamás nuestra industria tuvo tanta necesidad de apertura y juego de equipo. Es una oportunidad que no podemos faltar, debemos aprender de nuestras experiencias e imitarlas cuando son mejores que nosotros", resaltó.
Por lo demás, razona el manager milanés, haciendo referencia a los padres nobles de la industria europea, "es todo lo que hicieron los europeos como FIAT y Citroën, un siglo atrás en Estados Unidos, cuando FORD revolucionó con la cadena de montaje".
Justamente mañana, partirá simbólicamente de Salón del Automóvil de París, la Croisière Verte, un viaje de 14.000 kilómetros a través de Africa a bordo de cuatro Citroën Ami eléctricos. Objetivo? Celebrar los 100 días de la 'Croisière Noire', legendaria empresa lanzada en 1924 por el homónimo fundador de la marca, André Citroën, que hicieron soñar a Francia y a Europa.
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