Pero la misma fuente reveló que esas no son del todo buenas noticias: de hecho, las importaciones cayeron porque aumentó la producción de energías renovables, pero también porque cayó el consumo de energía, debido a la desaceleración de la economía.
En ese contexto, como dato a favor, los precios de la electricidad y el gas también bajaron el año pasado.
Se trata de cifras reportadas del ministerio de Medio Ambiente sobre la situación energética nacional en 2023, presentado en Roma en la sede del GSE (Gestor de Servicios Energéticos), la empresa pública para incentivos para las energías renovables.
Las importaciones netas de energía en Italia disminuyeron un 9,9% en 2023, en comparación con 2022, y la producción de fuentes de energía nacionales aumentó un 4,2% en general.
El aumento de la producción italiana se debe principalmente a las energías renovables.
La hidroeléctrica experimentó un aumento en la producción del 38,7%, la eólica y la fotovoltaica combinada, un 11%. Este crecimiento permitió reducir las importaciones de combustibles fósiles, especialmente de gas.
La demanda de metano (casi todo importado) cayó un 10,3%, la producción de electricidad a partir de gas cayó un 19,3% (aunque sigue cubriendo el 55% de la demanda).
Pero la caída de las importaciones se debió también a otras razones, no todas positivas: estancamiento económico, plan de contención del consumo y clima templado.
Lo cierto es que, el año pasado, disminuyó la dependencia de Italia de la energía extranjera.
La participación de las importaciones de productos energéticos en relación con la disponibilidad de energía en el país cayó del 79,2% en 2022 al 74,6%.
Otro dato positivo para 2023 fue la caída de los precios de la energía respecto a 2022, especialmente para las empresas: el coste de la electricidad bajó un 25% y el del gas natural, un 18%.
Eso condujo en ese período a una disminución del gasto energético total en un 4,2%.
En comparación con otros países europeos, el costo de la electricidad en Italia cayó el año pasado, pero aun así se mantuvo más alto del promedio.
Para las empresas, aumentó de 145,8 puntos en comparación al precio medio europeo (fijado en 100) en 109,3 puntos.
También para las empresas, el gas natural se volvió más conveniente para Italia que para Europa: de 115,4 puntos respecto a la media a 93,4.
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