Según un estudio de JFC (que analiza los servicios de calidad) que ANSA publica en avance, este verano se estiman 6 millones 538 mil llegadas (+1,7% respecto al mismo período de 2023) que, gracias a una estancia media de 11,2 días, llevarán a superar los 73 millones 222 mil presencias en las zonas montañosas y apeninas italianas (+0,8%), generando una facturación total de 5 mil millones 565 millones de euros.
"Las montañas italianas - comenta con satisfacción la ministra de Turismo Daniela Santanchè - nunca pasan de moda, ¡ni siquiera en verano! El turismo italiano de altura es muy solicitado incluso en verano, confirmándose como un activo estratégico para la economía nacional con más de 6,5 millones de llegadas, un gasto creciente y niveles de fidelidad cada vez más altos".
Si uno de cada tres italianos tiene intención de gastar "lo mismo que el año pasado" (29,4%), hay un porcentaje mayor -el 38,2%- que dice que "gastará más".
Por el contrario, el 23,5% de nuestros compatriotas gastarán "menos que el año pasado". En total, este año los italianos gastarán una media de un 13,8% más en pasar sus vacaciones en la montaña en comparación con el año pasado.
En particular, la montaña - explica Massimo Feruzzi, director único del JFC y responsable de la investigación - es elegida por el 16% de quienes, este año, tomarán vacaciones durante el período estival.
Esta cifra supone un aumento del +0,8% respecto al año pasado, lo que supone un crecimiento global en los dos últimos años equivalente a un +3,5% decididamente positivo.
Al analizar las razones que empujan a los italianos a preferir este tipo de vacaciones, se ve cómo la montaña es vista como "regeneradora, relajante y beneficiosa" (19,9%), pero también cómo pasar unas vacaciones en la montaña o en los Apeninos puede ser una garantía más que en cualquier otro lugar: el "desapego de la vida cotidiana y el distanciamiento de los problemas cotidianos" (15,8%).
También es significativo el hecho de que los italianos ven en estas vacaciones la oportunidad de "no utilizar el coche" y, una vez más, de no verse condicionados por las obligaciones cotidianas.
Pero el dato más interesante se refiere al nivel de fidelidad: el porcentaje de los que volverán al mismo lugar que el verano anterior es igual al 47,1%, frente a un porcentaje del 52,9% de los que, en cambio, cambiarán de lugar de vacaciones en las montañas.
Estos datos indican un nivel de fidelidad de 8 puntos superior al de los italianos que pasan sus vacaciones de verano en la playa (índice de fidelidad del 39%), lo que pone de relieve cómo quienes eligen la montaña regresan con más frecuencia al mismo destino.
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