"Si buscamos un impuesto mínimo global" para los superricos "tendríamos que hacerlo primero con las grandes multinacionales y, desgraciadamente, el pilar uno del acuerdo multilateral está dramáticamente en el abismo, bloqueado por India, China y, sensacionalmente, también por Australia, y por eso los estadounidenses no dan luz verde", afirma el ministro. Y luego destaca: "Si faltan India, China y Estados Unidos, me parece claro que falta la base imponible. Por eso, hemos insistido, con esperanza cada vez menor, en la aplicación del primer pilar sobre la fiscalidad de las grandes multinacionales".
Por otra parte, observa Panetta, "es importante, incluso simbólicamente, imponer una imposición mínima a las grandes multinacionales". "Esto restablece la supremacía de los Estados sobre estas empresas, que tienen una enorme influencia en la economía mundial. Los Estados están de acuerdo y reafirman su autoridad, lo que subraya su supremacía sobre cualquier empresa, incluidos los gigantes tecnológicos mundiales: los Estados tienen el poder y el deber de hacer pagar impuestos a todos", sostiene Panetta.
"Ellos -destaca luego- tienen el poder de influir en la evolución futura de la economía mundial, actuando sobre la base de principios de equidad".
Además, añade Giorgetti, sobre el impuesto a los superricos, "estamos a favor, pero necesitamos un buen debate sobre un principio que no debe ser cuestionado: el de la propiedad". "Está claro -afirma- que la decisión sobre cómo gravar, cuánto y cuándo corresponde a los Estados nacionales no puede ser recordada ni en el G20 ni en las Naciones Unidas. Se trata de un límite preciso que muchos países han fijado y que no pretendemos derogar".
El Ministro de Finanzas también presenta el estado de la cuestión sobre otro tema importante discutido por el G7 al margen del G20 en Río, la propuesta sobre ganancias adicionales sobre los activos rusos inmovilizados, para ayudar a Ucrania.
"Como nos han señalado, con razón, los bancos centrales -afirma- es un terreno muy resbaladizo, donde hay un claro reparto político, pero donde hay que tener mucho cuidado con lo que se hace".
"Creo que estamos cerca de una solución que pueda salvar estas dimensiones. Incluso en este caso, hay dos opciones sobre la mesa a nivel europeo. El trabajo de la presidencia italiana del G7 ha llevado a un penal, pero en este punto debemos entender si en Europa es posible avanzar al nivel de la unanimidad, y esto permitiría a los 27 países cambiar la regulación y hacer que este sistema sea perpetuo o, en cualquier caso, definido hasta el final de la guerra".
"O, en cambio, -indica- si tenemos que conformarnos con una renovación continua, como se hace con las sanciones periódicamente (semestralmente, cada año o cada dos) que consiguen el mismo objetivo, pero que no son totalmente satisfactorias para Estados Unidos porque no ofrece este tipo de seguro definitivo que exigen ante el Congreso. Así que estamos en esta situación, dependerá mucho de la actitud de Hungría, y lo veremos entre septiembre y octubre, dada la especial prisa por definir el marco antes de las elecciones estadounidenses".
Y la solución recibe la aprobación del Banco de Italia.
"La solución encontrada bajo la presidencia italiana es mucho más razonable que las propuestas anteriores: no viola el derecho internacional y encuentra los recursos necesarios para Ucrania, por lo que ha encontrado el acuerdo de los siete países", advierte Panetta.
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