Los comercios de proximidad disminuyen cada vez más y esa desertificación también está cambiando las opciones inmobiliarias de los italianos, que prefieren vivir donde hay comercios. Tanto es así que en lugares sin comercio el valor de las propiedades cae un 10%.
La cámara de comercio Confcommercio dio la voz de alarma con la difusión de una encuesta realizada en colaboración con SWG en la que el presidente de la asociación, Carlo Sangalli, reiteró la preocupación: "Incluso en la era digital, las tiendas de barrio son insustituibles: hacen que las ciudades sean más habitables, más atractivas y más seguras".
"Es necesario, sin embargo, luchar contra la desertificación, que está provocando la desaparición de muchas actividades comerciales", añadió Sangalli.
Según los resultados de la encuesta, los italianos quieren vivir en barrios donde haya más negocios locales, porque fortalecen las comunidades (para el 64% de los entrevistados), hacen que la gente se sienta más segura (57%) y aumentan el valor de las viviendas (hasta un 26% o más).
El cierre de comercios preocupa y entristece a los ciudadanos, especialmente en el Norte y en las ciudades medianas. En los comercios cercanos al hogar se compran medicamentos (64%) y tabaco (59%), mientras que para ropa (64%), alimentos de larga duración (60%), complementos para el hogar (60%) y productos electrónicos (53%).
Los centros comerciales y las grandes estructuras de distribución (mega tiendas, outlets, etc.) se convierten en los lugares de compra predominantes frente a las tiendas del centro de la ciudad, donde este tipo de bienes registran porcentajes de compra entre el 2% y el 5%.
Y, según la encuesta, la percepción del avance de la desertificación trae consigo un fuerte sentimiento negativo que empuja a uno de cada cinco italianos (22%) a considerar cambiar de hogar si el fenómeno se agravara en la zona donde viven.
El 74% cree que este fenómeno afecta negativamente a la calidad de vida en la zona de residencia y el 56% de los entrevistados sostiene que es poco probable que un comercio cerrado en su barrio sea sustituido por otro. Pero la desertificación de los comercios, según Confcommercio, no es un callejón sin salida y se pueden tomar medidas.
"En primer lugar fomentando la innovación y apoyando la reurbanización urbana mediante un mejor uso de los fondos europeos. El proyecto Confcommercio Cities y la renovada colaboración con la ANCI -la asociación que agrupa a los municipios- van en esta dirección", afirma el presidente Sangalli. "La acción pretende confirmar nuestro compromiso de promover una gestión urbana sostenible y mejorar el papel social y económico de las actividades locales en las ciudades", amplía.
También participa la asociación de constructores Confconstruction, que reitera la petición de un impuesto único para los arrendamientos comerciales y la liberalización de la duración de los contratos.
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