Los datos difundidos por la OAM, el ente internacional que regula esa actividad, también se refieren únicamente a aquellos en poder de operadores virtuales registrados, como exige la legislación de Italia. Un aumento del 85% respecto a 2023 y que, como era de esperar, desde hace varios meses lleva a la supervisión del Banco de Italia y a la Comisión nacional italiana del mercado de valores (Consob) a enfocarse sobre el fenómeno.
No es casualidad que el gobernador Fabio Panetta haya dedicado al fenómeno 3 de las 16 páginas de su discurso en la asamblea de Asociación Bancaria de Italia (ABI), cuestionando también a los bancos por su parte de responsabilidad. En caso de graves turbulencias en los mercados a los que están sujetas las criptomonedas, las repercusiones, incluso reputacionales, para los intermediarios serían inevitables.
Luego está el tema del blanqueo de capitales y la lucha contra el terrorismo, dos ámbitos que recurren cada vez más a las criptomonedas. Sin embargo, a pesar de los altibajos, las criptomonedas atraen a clientes italianos que a menudo también piden a sus bancos que las incluyan en sus carteras.
Se trata de activos muy diversificados, pero que, como en el caso de Bitcoin o Ethereum, no tienen las características de una moneda. En algunas criptomonedas se negocia en circuitos opacos y plataformas sin controles.
El Reglamento sobre Mercados de Criptoactivos (MiCA) de la Unión Europea traerá algo de orden, pero la atención de los supervisores está aumentando. En cualquier caso, como se desprende de los datos de OAM, aumenta el número de clientes que las poseen (+13%, hasta 1,3 millones) y de operadores registrados (+9%).
La OAM también informa de un crecimiento en las operaciones de conversión de moneda legal a moneda virtual y viceversa y en el número de clientes que las realizan. El tipo de cliente parece consolidado "en línea con análisis anteriores, con jóvenes más interesados ;;en las criptomonedas, pero con valores mínimos, mientras que las carteras más importantes corresponden al grupo de edad entre 40 y 60 años".
En particular, los datos a 31 de marzo muestran que la mayoría de los clientes italianos en forma de personas físicas tienen entre 18 y 29 años (36%) y entre 30 y 39 años (28%). Le siguen los grupos de edad de 40 a 49 años (18%) y de 50 a 59 años (12%). Los grupos de mayor edad, 60-69 años y más de 70 años, representan el 4% y el 1% del total respectivamente.
En cuanto a la distribución geográfica de los clientes en forma de personas jurídicas, la mayoría se encuentra en el norte de Italia (49%) y en el extranjero (31%), mientras que el centro y el sur representan cuotas menores, el 11% respectivamente y el 8%. "Por lo tanto, parece que las actividades de las Bolsas están más concentradas en las regiones más desarrolladas económicamente y con mayor apertura internacional", observa la OAM.
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