Las eliminatorias sudamericanas al Mundial 2026 se reanudarán mañana con tres partidos, ausencias ilustres como las del argentino Lionel Messi y la del brasileño Neymar y el "Clásico del Río de la Plata" que animarán el líder Argentina y el escolta Uruguay el viernes en Montevideo como el plato fuerte de la jornada.
La primera de dos fechas se pondrá en marcha en Asunción con Paraguay-Chile, el primero invicto desde la llegada del DT argentino Gustavo Alfaro y en zona de clasificación directa, y el segundo al mando de su compatriota Ricardo Gareca, por ahora lejos de la posibilidad de jugar al menos un repechaje.
Chocarán en el estadio Defensores del Chaco, con el arbitraje del brasileño Raphael Claus, desde las 20 locales (23 GMT) en un clima de algarabía por el andar de una "albirroja" que con Alfaro elevó la puntería y se anima a soñar.
Tres triunfos y tres empates cosechó desde su llegada, el último ante Bolivia en "El Alto", a 4.150 metros sobre el nivel del mar, en noviembre y por la duodécima fecha.
Chile sumó un triunfo vital en Santiago por 4-2 frente a Venezuela que le permitió relegar al último puesto a un Perú con el que había igualado sin goles en Lima en el "Clásico del Pacífico" y que luego cayó por 1-0 frente a Argentina.
La "Roja" no podrá contar con el delantero Alexis Sánchez, de Udinese, porque arrastra una fatiga muscular, según medios chilenos.
La idea es darle descanso pensando en el duelo del martes frente a Ecuador, que previamente recibirá a la "Vinotinto" en Quito, en uno de los partidos que completarán la decimotercera fecha el viernes.
"Jugaremos con el corazón", prometió Alfaro, al aludir a los 17 puntos cosechados por la "albirroja" que la ubican en el sexto puesto que otorga el último pasaje directo a la Copa del Mundo, que Paraguay jugó por última vez en Sudáfrica 2010.
"Tengo fe de que jugará también el próximo. Sabemos que falta mucho y que vamos a sufrir", admitió al considerar que "el partido de mañana no define nada".
También Paraguay llega con bajas, como el lesionado Gustavo Gómez y el suspendido Diego Gómez, que intentará disimular con la dupla ofensiva integrada por Julio César Enciso y Antonio Sanabria, jugador del Torino.
Chile, que necesita ganar para mantener sus opciones de jugar el Mundial (el último lo disputó en Brasil 2014), no contará con el lesionado Fabián Hormazábal, pero sí con el histórico Arturo Vidal.
"Estamos fuertes anímicamente y mañana jugaremos una final", dijo Gareca, que no se siente presionado por rumores sobre su continuidad en caso de un nuevo traspié de la "Roja".
En la próxima fecha, Paraguay visitará a Colombia, que al mando del también argentino Néstor Lorenzo marcha cuarta con 19 puntos y visitará mañana a Brasil, quinto con 18 unidades.
Lorenzo dijo sentir respeto por la "canarinha" en la previa del duelo que la "cafetera" jugará desde las 21.45 (23.45 GMT) en el estadio Mané Garrincha de Brasilia con el arbitraje del venezolano Alexis Herrera.
"Brasil siempre es un rival de cuidado y debemos afrontarlo conprudencia, pero sin miedo", afirmó al considerar que Colombia debe jugar "con orden y disciplina táctica para contrarrestar ese poderío ofensivo".
Colombia llega precedida por dos derrotas, por 3-2 frente a Uruguay en Montevideo en dramático final y antes de caer por 1-0 con Ecuador en Barranquilla.
Lorenzo espera volver a ver al equipo que llegó a la final de la Copa América el año pasado (cayó 1-0 con Argentina) y aclaró que para eso se ajustaron "algunas cosas que se aflojaron" en partidos anteriores.
Brasil llega precedido por sendos empates en un gol: como visitante de Venezuela y de local ante Uruguay, y con dudas en la formación titular que presentará Dorival Junior.
La ausencia más notoria será la de Neymar, retornado al Santos y quien se anunciaba de regreso a la "canarinha" tras más de un año, pero frustrado por una lesión que le impedirá compartir cancha con Raphinha, Rodrygo y Vinicius Junior.
"No pudo ser, pero esperamos que se recupere pronto", dijo Dorival al reconocer que se había trabajado pensando en la posibilidad de que jugase, pero aclaró: "Tenemos un par de entrenamientos para terminar de definir qué es lo mejor".
Dorival explicó que va a respetar la posición en la que mejor se desempeñe cada uno de sus jugadores para que se sientan cómodos, al admitir: "No tenemos tiempo para seguir inventando", más aún cuando el rival será Colombia y el próximo Argentina, en Buenos Aires.
Un clásico sudamericano que se jugará en el Estadio Monumental de Buenos Aires el martes y en el cual, a la baja del capitán argentino Messi se sumó hoy la del goleador Lautaro Martínez, desafectado también del "Clásico del Río de la Plata" con Uruguay del viernes por una dolencia muscular en la pierna izquierda.
Para Dorival "el partido más importante es el de mañana", en una jornada que cerrarán en Lima Perú y Bolivia, cuyo plantel no pudo entrenarse hoy en el Estadio Nacional por el mal estado del campo de juego, según se informó.
Perú y Bolivia chocarán desde las 20,30 locales (1,30 GMT) con el arbitraje del argentino Yael Falcón Pérez y el combinado visitante entrenado por Oscar Villegas buscará enderezar el rumbo tras dos derrotas categóricas (6-0 ante Argentina y 4-0 ante Ecuador) y el empate ante Paraguay.
"Tenemos todo para ganar", afirmó Villegas, mientras que su colega, el argentino nacionalizado peruano Oscar Ibáñez, que asumió las riendas del seleccionado "inca" en enero en reemplazo del uruguayo Jorge Fossati, intentará iniciar su ciclo con el pie derecho.
"Hay jugadores que superan los 100 partidos con la selección mayor y varios en muy buen nivel por lo que me siento confiado para encarar estos próximos dos partidos", dijo al aludir también al del próximo martes como visitante de Venezuela.
"Los mejores momentos de Perú en las pasadas dos eliminatorias fueron en el último tramo", se ilusionó al aludir a la clasificación que logró camino a Rusia 2018 al mando del argentino Gareca, quien no pudo repetir rumbo a Qatar 2022 al caer en un repechaje frente a Australia por penales.
Bolivia, que jugó por última vez una Copa del Mundo en 1994, también quiere seguir soñando con la clasificación a una edición que se jugará como aquella en Estados Unidos, co-organizador del torneo junto con Canadá y México, y contará con la participación de 48 selecciones por primera vez en la historia.
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