Un punto que tendrá más efecto anímico que práctico cosechó Venezia hoy en el estadio Pier Luigi Penzo ante su público al empatar sin goles con Lazio, que venía de igualar 2-2 con Napoli en el Olímpico y que con el punto que sumó desplazó a Juventus del cuarto puesto, que otorga el último pasaje directo a la próxima Champions.
Punto que no le bastó al equipo de Eusebio Di Francesco para abandonar el penúltimo lugar de la tabla, pero que podría ser un punto de inflexión pues hoy Venezia le jugó de igual a igual a uno de los candidatos y hasta pudo haberse llevado un triunfo con el cual tampoco hubiese logrado salir de la zona de descenso de la que salió Parma y en la que cayó Empoli.
"Estoy furioso porque merecimos ganar. Hicimos un gran partido y estamos empezando a entender cuán importante es salir a la cancha con la mentalidad correcta. Creo que esta fue nuestra mejor actuación en lo que va de la temporada", consideró el técnico del Venezia.
"Es normal que nos vean como la víctima del sacrificio porque estamos en el penúltimo puesto, pero depende de nosotros cambiar esa imagen y la historia", agregó Di Francesco, conforme con la actuación, pero no con el resultado porque "en este momento necesitamos ganar y sumar de a tres es fundamental en lo anímico. Queríamos hacerlo por este público extraordinario", confesó.
El empate, al menos, le permitió a Venezia cortar una racha de tres derrotas en fila. Para Lazio tuvo sabor a derrota (a diferencia del que logró la semana pasada frente al líder del torneo) y representó un paso atrás del que intentará recuperarse el martes cuando visite a Inter por el pasaje a semifinales de la Copa Italia y antes de enfrentar a Milan y a Udinese por el campeonato.
"No nos vamos conformes con el resultado ante un Venezia que no nos permitió nunca manejar el ritmo del patido. Nos faltó peso en la ofensiva y si hubiésemos convertido una de las chances claras que tuvimos, el partido pudo haber sido bastante distinto", consideró el entrenador Marco Baroni.
"No somos un equipo físico, sino más bien técnico y en un campo de juego de dimensiones reducidas, la presión de Venezia nos complicó. Ahora debemos enfocarnos en lo que viene y recuperar energías para el duelo con Inter por Copa Italia", agregó el técnico de Lazio.
Venezia mostró hoy otra cara y, empujado por un público que lo alentó desde el pitazo inicial de Matteo Marchetti, arrancó mejor que el visitante, al que le generó el primer sobresalto a los 14' por intermedio del bosnio nacionalizado croata Mirko Maric, quien habilitado por Issa Doumbia remató desviado desde buena posición.
Lazio respondió con una gran jugada del danés Gustav Isaksen, quien tras desairar a un par de marcadores no logró acertar el blanco, aunque la más clara para el visitante llegaría a los 23' tras un pase de Mattia Zaccagni que el franco-senegalés Boulaye Dia dilapidó de frente al arco de manera increíble, situación a la que hacía referencia Baroni.
La ausencia del argentino Valentín Castellanos, goleador de Lazio con nueve festejos, se hizo sentir en el equipo visitante, que volvería a llegar con peligro en el arranque del complemento con un remate de media distancia de Isaksen que el rumano Andrei Radu logró desviar por sobre el travesaño.
Venezia respondió golpe por golpe, pero tampoco acertó en la punta final y fue así que, a los 65', Maric cabeceó desviado desde inmejorable posición frente al arco del griego Christos Mandas luego de un tiro libre ejecutado por Alessio Zerbin, aunque no sería la única llegada de riesgo del local en ese período.
Gaetano Oristanio buscó convertir un gol olímpico en un tiro de esquina como el que marcó en el empate frente a Como en diciembre por la decimoquinta fecha, pero esta vez el balón se fue rozando el poste, tras lo cual fue por revancha y a los 74', inició un contragolpe en mitad de cancha que concluyó con un remate pegado al poste que Mandas desvió con la punta de los dedos.
A diez minutos del final, el público se impacientó con el árbitro Marchetti cuando detuvo un avance del ingresado germano-ecuatoriano John Yeboah que llevaba peligro debido a una mano previa de un zaguero visitante en una de las últimas del partido, en el que Alessio Zerbin volvió a llegar con opciones con un disparo cruzado apenas desviado en tiempo cumplido.
La última, que pudo haberle dado a Venezia su cuarta victoria en el torneo, la desperdició el propio Yeboah, al ejecutar desde el punto del penal un remate dócil que terminó en las manos de Mandas cuando se jugaba tiempo de descuento.
No pudo ser para el equipo de Di Francesco, que si repite este tipo de actuaciones seguramente tendrá motivos como para ilusionarse con la permanencia.
Lazio quedó en deuda y buscará revancha entre semana por uno de los últimos dos pasajes a semifinales de la Copa Italia.
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