El fiscal Domenico Santoro convalidó hoy el arresto y dispuso como medida cautelar enviar a prisión a Cristian Ferrario, un barrabrava de Inter de 50 años arrestado el viernes por la noche tras el descubrimiento de un arsenal en un almacén de Cambiago, en Milán, que pertenecería a integrantes de la "Curva Norte", el sector más radicalizado de la parcialidad "nerazzurra".
Ferrario, quien fue detenido tras el allanamiento, en el que fueron incautadas armas de guerra, incluidos fusiles de asalto AK-47, ametralladoras Uzi y granadas, además de munición, se encontraba desde fines de septiembre bajo arresto domiciliario en el marco de la investigación de la fiscalía de Milán sobre los vínculos de la Curva Norte y la Curva Sur (que nuclea a la barrabrava del Milan) con la mafia calabresa ('Ndrangheta).
El detenido era investigado como presunto "testaferro" de Andrea Beretta, líder de la Curva Norte que se encuentra en prisión por asesinar el 4 de septiembre a Antonio Bellocco, otro jefe de la barra brava de Inter que pertenecía a una familia de la 'Ndrangheta.
En su declaración tras haber sido arrestado, Ferrario dijo "no tener que ver" con las armas secuestradas durante el allanamiento, cuyo hallazgo suma un nuevo capítulo a la investigación y genera "un cuadro inquietante y aún más preocupante", a la vez que confirma que existían una asociación ilícita para delinquir de la cual formaba parte la Curva Norte, según los fiscales.
En esos términos se expresó el propio Santoro, al hacer lugar al pedido presentado por sus colegas Paolo Storari y Sara Ombra, a cargo de la investigación, para ordenar el arresto efectivo de Ferrario, quien señaló que Beretta, a quien pertenece el local en el que se hallaron las armas, "siempre hizo alarde de poseer un arsenal" de guerra.
El detenido vivía en un apartamento lindero al local allanado, perteneciente a una sociedad vinculada con Beretta, la "We are Milano", y según los fiscales no sólo era "testaferro" de Beretta y del asesinado Bellocco, sino que era el encargado de custoriar el arsenal".
Se intenta establecer ahora si algunas de las armas incautadas fue utilizada para cometer algún delito, incluida aquella con la que se cometió el asesinato en 2022 de Vittorio Boiocchi, histórico líder de la barra brava de Inter.
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