Una multitud despidió con dolor en la iglesia de San Lorenzo de Giaveno, en el Piemonte, a Matilde Lorenzi, la joven promesa del esquí italiano que murió con solo 19 años en un accidente de entrenamiento en Alto Adige, en los glaciares de Val Senales.
Una muerte que llora toda Italia y en especial su pueblo natal de 17 mil habitantes, que desde ayer se vistió de luto para darle el último adiós a la joven promesa que se abrió camino con técnica, determinación y entusiasmo en el deporte que la apasionaba y que le costó la vida.
Fue en la nieve, su lugar por naturaleza, mientras realizaba entrenamientos con el equipo de esquí del Ejército y donde la acompañaba su novio, Federico Tomasoni, campeón de skicross que estuvo con ella hasta el último aliento.
En la primera fila se ubicaron el ministro de Deporte y Juventud, Andrea Abodi, y la subsecretaria de Defensa, Isabella Rauti, responsable de las actividades deportivas militares, además del jefe adjunto del Estado Mayor, Salvatore Camporeale, y el comandante de las tropas alpinas, Michele Risi.
Abodi, Rauti, Camporeale y Risi acompañaron a la abuela materna de Lorenzi, Rosina, que entre lágrimas recordó a "Matildina" al afirmar "el señor se ha llevado una maravilla".
"Hoy, en el funeral de Matilde Lorenzi, le prometí a su familia que trabajaremos por la seguridad en el esquí y en las estaciones de esquí. Le juré al padre que él estaría involucrado en esto, le dije que mi puerta siempre está abierta y que iré a buscarlo. Hice un juramento solemne", enfatizó Abodi.
El funeral fue oficiado por monseñor Alessandro Giraudo, obispo auxiliar de Turín, mientras que sobre una almohada, junto al ataúd, fue colocado el sombrero alpino de Lorenzi, quien falleció el pasado lunes 28.
Lucrezia, hermana seis años mayor que Matilda que también es esquiadora y es conocida como "Titti", ingresó a la iglesia agarrando con fuerza un par de esquís, y sobre uno de ellos podía leerse "Matilde Lorenzi".
"Desde el lunes estoy sin aliento, pero estoy segura de que siempre estarás ahí para guiarme en mis elecciones. Estoy inmensamente agradecida de haberte tenido como hermana. Feliz carrera cuesta abajo, sigue adelante que eres la luz verde", leyó Lucrezia en la carta que dedicó a Matilde durante la despedida.
"Matilde nos llamó a hacer un trabajo duro, que deberemos realizar todos juntos. Por ello, golpearemos todas las puertas.
El proyecto que llevaré adelante la mantendrá en vida para todos nosotros", prometió luego su padre Adolfo sobre la recaudación de fondos para la iniciativa "Matildina4safety" por la seguridad en el esquí.
Finalmente fue el turno de la madre Elena: "Hace 19 años querías llegar rápido y el lunes decidiste ir igual de rápido. Quiero agradecerte porque papá y yo tuvimos la suerte de ser elegidos por ti para ser tus padres. Nos regalaste mucho, ahora tienes que seguir esquiando donde estás y dejar que siempre tengamos tu presencia cerca de nosotros", expresó.
"A todos los niños les digo que deben quererse. Deben quererse a ustedes mismos para poder dar el bien más puro a todos los demás", completó luego Elena en un diálogo con jóvenes en la plaza.
La iglesia de San Lorenzo, en Giaveno, en la zona de Turín, estaba repleta, en especial por jóvenes vestidos con el uniforme de su club y con un brazalete con una foto de la esquiadora en acción y la inscripción "Chau Matilde".
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