Napoli superó hoy por 1-0 al Lecce de local en la continuidad de la novena fecha y extendió su ventaja en la cima del campeonato a cinco puntos respecto del escolta Inter, que el domingo recibirá en el "Clásico de Italia" a Juventus, tercero con 16 unidades y a seis del líder.
Giovanni Di Lorenzo a los 73' convirtió el único gol del partido disputado en el Estadio Diego Maradona, colmado por unos 50 mil aficionados y arbitrado por Paride Tremolada, y le permitió al equipo de Antonio Conte cosechar su cuarta victoria consecutiva.
Como le había sucedido en el triunfo previo frente al Empoli como visitante, el equipo de Antonio Conte sufrió hoy para asegurarse los tres puntos, vitales considerando que en el horizonte aparecen ahora Milan, Atalanta, Inter, Roma, Torino y Lazio.
Duelos todos en los que deberá alzar la puntería para alimentar el sueño de pelear por el "scudetto" que resignó en la pasada temporada a manos de un Inter que mañana está obligado a derrotar en el Giuseppe Meazza a Juventus par no perderle pisada.
El gol de Di Lorenzo marcó la única diferencia entre el primero de la clase y el penúltimo, que dio batalla y nunca bajó los brazos, dejando una imagen bien distinta de la que había dejado en la fecha anterior cuando cayó ante su público por un categórico marcador de 6-0 frente a Fiorentina.
Sabiéndose en desventaja con un rival mucho más poderoso y en función de las ausencias por lesión, el técnico Luca Gotti apeló al viejo "catenaccio", con un planteo táctico que incluyó cuatro jugadores en defensa, un mediocampo poblado por otros cinco y apenas un delantero.
Lecce se defendió con el "cuchillo entre los dientes", pero el plan quedó desbaratado en una de las pocas desatenciones defensivas que le permitió de Di Lorenzo marcar diferencias en el complemento, tras un primer tiempo en el que Napoli lució lejos del nivel esperado como ya le había sucedido.
A tal punto que el belga Romelu Lukaku, un goleador nato, prácticamente no entró en juego en esa primera mitad y terminó siendo reemplazado a los 84' en un tridente ofensivo que completaron su compatriota Cyril Ngonge (sustituido a los 57') y el brasileño David Neres.
Este último dejó la cancha a los 71' para que ingresara el georgiano Khvicha Kvaratskhelia, goleador del equipo con cuatro festejos y quien había celebrado de penal el único gol en el triunfo previo en campo del Empoli.
El partido que tenía pensado Gotti, cerrándole todos los caminos al Napoli desde el inicio y apostando a algún contragolpe aislado, apelando a la velocidad del zambiano Lameck Banda, si la ocasión se presentaba, parecía rendir frutos hasta que Di Lorenzo inclinó la balanza en favor del local.
Hasta entonces, Napoli se mostró demasiado lento en el traslado de la pelota, facilitando la tarea defensiva del visitante, aún cuando el autor del gol ya había logrado romper la paridad tras un pase del uruguayo Mathías Olivera que conectó a la red, pero en posición adelantada milimétrica, según determinó el VAR.
Por eso, el equipo de Conte debió esperar al complemento para establecer diferencias y lo logró por insistencia, acorralando a Lecce contra su propia área y con los ingresos de Kvaratskhelia y de Giacomo Raspadori, que parecieron potenciarlo en ofensiva.
El gol del triunfo llegó de un tiro de esquina que el británico Scott McTominay conectó de cabeza y que el arquero Wladimiro Falcone rechazó, dejándole casi servido el balón a Di Lorenzo para que lo empujase a la red.
Parecía que se abriría el camino a un triunfo más holgado del Napoli, pero Lecce, con los cambios que ensayó Gotti, abandonó esa postura ultra-defensiva y empezó a animarse a pasar al ataque, generándole algunas dificultades a la defensa local y obligando a Alex Meret, hasta entonces un espectador de lujo, a intervenir en un par de ocasiones para sostener la ventaja.
Incluso Di Lorenzo evitó lo que pudo ser el gol del empate, pero el "milagro" no llegó hoy para Lecce y Napoli (que mantuvo en el banco al argentino Giovanni Simeone y al brasileño Juan Jesús) pudo celebrar finalmente su séptimo triunfo en el torneo con una dosis de pragmatismo típica de los equipos entrenados por Conte.
Para el visitante se trató de la cuarta derrota consecutiva en el campeonato (sin contar la que sufrió frente a Sassuolo para quedar eliminado en la Copa Italia) y podría hundirlo este domingo en el fondo de la tabla si el colista Venezia derrota a Monza como visitante en la continuidad de la novena fecha.
El equipo de Gotti irá por su revancha el martes (cuando Napoli visitará al Milan) de local frente a un Hellas Verona que más tarde visitaba al Atalanta en el otro adelanto de la jornada en la que el duelo Bologna-Milan, que también estaba previsto para este sábado, se aplazó sin fecha cierta (se jugaría en febrero) debido a las malas condiciones climáticas, según confirmó en la víspera la Liga de Serie A, al confirmar la decisión del alcalde boloñés, Matteo Lepore. (ANSA)
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