Los aficionados de Inter y de Milan dijeron presente hoy en el Giuseppe Meazza de San Siro y en el BayArena de Leverkusen en los duelos que sus equipos animaron frente a Estrella Roja y Bayer Leverkusen por la segunda fecha de la Champions, en el medio de la investigación que pretende determinar los vínculos de ambos clubes con sus fanáticos más radicalizados.
Un día después de que la justicia de Milán ordenase 13 detenciones y otros tres arrestos domiciliarios contra integrantes de las barras bravas de Inter y de Milan, los equipos salieron a la cancha y contaron con el aliento de sus simpatizantes, dando la sensación de que aquí no ha pasado nada.
En el Meazza, de no ser por la ausencia de pancartas alusivas a la situación, nadie podría suponer que algunos de los máximos líderes de la Curva Norte fueron arrestados porque, como advertía uno de los jefes históricos de la parcialidad "nerazzurra" más radicalizada, Nino Ciccarelli: "No habrá pancartas, pero sí aliento".
"Hay que cantar, cantar y cantar. No nos rendimos nunca.
Adelante. Hoy se alienta", fue la arenga de Ciccarelli que llevaron adelante los "segundas líneas" en la escala de jerarquías de la Curva Norte, quienes se encargaron de organizar los coros para empujar al equipo de Simone Inzaghi en la cancha.
Y pareció rendir frutos pues goleó por 4-0 con un nuevo gol del argentino Lautaro Martínez.
Que algo había cambiado podía percibirse en la previa del partido en Baretto, histórico lugar de reunión de la parcialidad "nerazzurra", aunque no se escuchó hablar de la investigación judicial, ni de cómo serán las cosas a partir de la misma en el seno de la Curva Norte, cuya publicación interna, distribuida dentro del estadio, sólo hacia referencias a la pasada derrota en el "Derby della Madonnina", de hace dos fechas, en el campeonato italiano.
Una vez que la pelota comenzó a rodar, lo único que se escuchó fue el aliento, ininterrumpido durante los primeros cinco minutos del partido y que se extendió por todos los rincones del Meazza, iluminado por las luces de los teléfonos celulares en una improvisada coreografía después de que el austríaco Marko Arnautovic decretase el 2-0 parcial a los 59'.
Infaltable el "grito de guerra" en las tribunas que vibraron al ritmo de "el que no salta es rossonero", aludiendo al clásico rival que a la misma hora caía por 1-0 en campo del Leverkusen, segunda derrota para Milan en esta Champions tras aquel 3-1 frente a Liverpool en San Siro en el estreno, en el que Inter logró un meritorio empate sin goles en casa del Manchester City.
Los fanáticos que suelen ocupar la Curva Sur también dijeron presente hoy en el BayArena para alentar al equipo del portugués Paulo Fonseca, que parecía haber elevado la puntería luego de las victorias en el campeonato frente a Venezia (4-0), frente a Inter en el clásico (2-1) y ante Lecce (3-0) el pasado fin de semana.
"Nos encontramos a las 15 en Friedrich-Ebert-Platz y desde allí partimos todos juntos rumbo al estadio. Adelante, bandidos", fue el mensaje publicado en Instagram por los integrantes de la Curva Sur convocando a los seguidores.
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