Los sospechosos son casi todos vinculados a hinchas fanáticos (barras-bravas) de los equipos de futbol Inter y Milán y a los delitos relacionados con el volumen de negocios vinculado al contexto futbolístico, dijeron fuentes de la investigación.
Ya se han producido decenas de arrestos y registros entre hinchas ultras de esos clubes, incluidos sus líderes, sospechosos de "infiltración criminal", con vínculos mafiosos.
"Desde primeras horas de esta mañana está en marcha una vasta operación de la Policía de Estado y la Guardia de Finanzas (GDF), coordinada por la Dirección Antimafia de la Fiscalía de Milán", indicaron en un comunicado conjunto ambos cuerpos policiales.
Los arrestados son sospechosos de "los delitos de conspiración criminal, con el agravante del método mafioso, además de extorsión, lesiones y otros delitos graves", amplió el mensaje.
La operación está en marcha desde primeras horas de este lunes por la Policía Estatal y la Policía Financiera, coordinada por la Dirección Distrital Antimafia de la Fiscalía de Milán.
Los agentes del Servicio Operativo Central de la Dirección Central Anticrimen de la Policía Estatal, del Flying Squad y del grupo especial SISCO de Milán.
Además de la actividad de los agentes de policía, otras medidas fueron llevadas a cabo por militares del Servicio Central de Investigación contra la Delincuencia Organizada (SCICO.) y de la Unidad de Policía Económica y Financiera de la Policía Financiera de Milán (GICO).
Entre los destinatarios de las 19 medidas cautelares, incluidas prisión y arresto domiciliario, en la investigación de la policía y de la GDF que ha "limpiado las curvas" (hinchada ultra, NDR) del Inter y del Milán, se encuentran Luca Lucci y Renato Bosetti, el primer director de la AC Curva de Milán, el segundo nuevo responsable de la Curva Norte del Inter tras la detención de Andrea Beretta por el asesinato de Antonio Bellocco.
Ambos destinatarios de órdenes de prisión, así como Marco Ferdico (jugador del Inter).
Orden también para Beretta, ya en prisión por el asesinato.
Y para Christian Rosiello, conocido
como el guardaespaldas de Fedez -el famoso rapero italiano, de
reconocido éxito y esposo de la influencer y bloguera Chiara
Ferragni-porque estuvo involucrado en la supuesta golpiza a
Cristiano Iovino, quien denunció al rapero de agresiones.
Entre las supuestas actividades de extorsión, impugnadas en
la maxi investigación de la Policía, la Guardia di Finanza y la
Fiscalía de Milán, que delineó una "alianza" entre las curvas
del Inter y los hinchas violentos de Milán en tráficos ilícitos
también con infiltraciones de la 'Ndrangheta (asociación mafiosa
de Calabria), se trata principalmente del servicio de
restauración relacionado con el estadio de San Siro.
Además, según se sabe, las investigaciones de los fiscales
Paolo Storari y Sara Ombra también revelaron extorsiones y
demandas de "protección" contra vendedores ambulantes que
vendían bocadillos y comida en las afueras del estadio Meazza,
así como una serie de golpizas.
La investigación, sin embargo, no se refiere al tráfico de
drogas. Diecinueve medidas cautelares, 16 de prisión y tres de
arresto domiciliario se han emitido. Los delitos imputados son
asociación delictuosa con el agravante de acción mafiosa,
extorsión, declaraciones o testimonios falsos en documentos
destinados a autoridades judiciales, tenencia y presentación de
documentos de identificación falsos, acceso no autorizado a
sistemas informáticos, lesiones, golpes, riñas y resistencia a
funcionario público.
Como explica en una nota el fiscal de Milán Marcello Viola,
se trata de "una investigación compleja" de las autoridades de
Milán "que reunió varias líneas de investigación llevadas a cabo
por varias ramas de la Policía Estatal, así como por otros
cuerpos de investigación.
Además de "la ejecución de medidas cautelares, se
delegaron y realizaron decenas de registros sobre otros
sospechosos". Asimismo, la División Anticrimen de la Jefatura de
Policía de Milán "ha aplicado a varios sujetos diversas
prohibiciones de acceso a los lugares donde se celebran eventos
deportivos".
Las investigaciones permitieron, según la fiscalía,
"comprobar la existencia de infiltración criminal entre los
ultras y afectaron a los principales exponentes de las llamadas
'juntas' de los aficionados organizados de los dos principales
equipos de fútbol milaneses".
La investigación milanesa demuestra "los riesgos de
infiltración del crimen organizado en el fútbol profesional y no
profesional", afirmó el fiscal antimafia y antiterrorista
Giovanni Melillo a propósito de las detenciones de los capos de
las barras-bravas de Milán e Inter.
La Fiscalía de Milán también inició un llamado
"procedimiento de prevención" contra el Inter y el Milán, clubes
que no están siendo investigados, pero que deberán demostrar, en
un contrainterrogatorio, de haber roto vínculos con el mundo
ultra, especialmente en lo que respecta a la gestión de entradas
para los partidos. De lo contrario, podrían verse involucrados.
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