"Eso es lo que vengo diciendo desde hace tres años", afirmó Fontana al ser consultado sobre los dichos del líder de la Liga, Matteo Salvini, respecto de la construcción de estadios propios de parte del Inter y del Milan.
"Tengo mis preferencias, no entraré en detalles. Lo importante es que se haga, porque nuestros equipos necesitan un nuevo estadio para poder dar un salto de calidad", argumentó el presidente de la región Lombardía.
"Está claro que todos los grandes equipos europeos tienen a su disposición un estadio moderno, con las ventajas que esto puede aportar también desde el punto de vista económico", completó Fontana.
Paolo Scaroni, presidente del Milan, anunció el pasado martes 17 que el club rojinegro mantiene su proyecto de construir un estadio propio en la zona de San Donato luego de confirmarse la imposibilidad de remodelar el estadio Giuseppe Meazza del distrito de San Siro.
El alcalde de Milán, Giuseppe Sala, informó el pasado viernes 13 que Inter y Milan "llegaron a la conclusión, después de un largo análisis, de que resulta inviable la posibilidad de remodelar el estadio Giuseppe Meazza de San Siro, al menos a un costo accesible, y por eso la hipótesis quedó descartada".
Sala refirió luego de la reunión que mantuvo con representantes del Inter y del Milan que "la propuesta de ambos es volver a evaluar la idea de construir un nuevo estadio, siempre en la zona de San Siro (proyecto del que ya se hablaba desde 2019, Ndr), después de un extenso análisis de viabilidad técnico-económica".
El alcalde agregó que la propiedad del estadio será transferida a ambos clubes no como una cesión de derecho, sino como una venta, pero aclaró que pidió al Milan y al Inter que dejen de lado los proyectos para construir sus nuevos estadios en los barrios de San Donato y Rozzano.
En tanto, Sala planteó que si el estadio pasara a ser privado, es decir, propiedad de los clubes como se pretende, la restricción no se activaría automáticamente y, además, en el segundo anillo del recinto podría haber una restricción sólo parcial, para permitir la refuncionalización del sistema.
El alcalde presentó esta hipótesis en una reunión que mantuvo en el Palazzo Marino, sede del ayuntamiento de Milán, con la superintendente del patrimonio cultural Emanuela Carpani y representantes de los clubes.
En el centro de la discusión está la restricción que debería entrar en vigor a partir de 2025 en la segunda grada del estadio y que podría representar un problema para los equipos que pretenden construir un nuevo estadio junto al Giuseppe Meazza y remodelar San Siro.
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