Nació el lunes a las 14.10 y dos horas más tarde su padre lo convirtió en el fanático más joven en la historia del fútbol italiano en contar con un abono para presenciar los partidos del Palermo, club cuya pasión heredó de sus progenitores a muy temprana edad.
Su papá Giacchino Muratore y su mamá Giorgia son "tifosi" desde siempre del equipo siciliano, como esperan que lo sea también su hijo, quien antes de ser bautizado ya tenía asegurado un lugar en la Curva Norte del estadio Renzo Barbera para presenciar los partidos de esta temporada en la Serie B.
"Queríamos celebrar nuestra pasión en familia y por eso se me ocurrió regalarle un abono. Es algo que podremos contarle cuando sea más grande y una manera de sentirnos más unidos", explicó el padre.
Los hinchas del Palermo esperan que el pequeño haya llegado al mundo con un pan bajo el brazo, como suele augurarse, aunque en este caso sería con un triunfo bajo el brazo como el que celebró frente al ascendido Parma por Copa Italia.
En el arranque del campeonato de segunda división, en cambio, al equipo de Alessio Dionisi no le fue bien, pues cayó por 1-0 en campo de Brescia, pero intentará enderezar el rumbo el sábado frente a Pisa como visitante, condición en la que también enfrentará al Cremonese en la siguiente jornada, jugando su primer partido de local en la cuarta fecha frente al Cosenza.
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