"No la comparto", sentenció tajante Giovanni Malagó, presidente del Comité Olímpico Italiano (CONI), al aludir a la singular protesta de los integrantes del equipo "azzurro" masculino de waterpolo por los fallos arbitrales que le impidieron pelear por medallas en los Juegos de París.
"No comparto tampoco algunas decisiones arbitrales en el partido con Hungría", aclaró el dirigente al explicar que hablaba "como hombre que pertenece a las instituciones y como miembro del Comité Olímpico Internacional" COI.
Por si acaso, Malagó recordó que "como presidente del CONI quiero recordar y agregar que el CONI, junto con la Federación Italiana de Natación, defendió al 'Settebello' (como se conoce al equipo masculino de waterpolo, Ndr) en todas las instancias, incluido el Tribunal de Arbitraje Deportivo".
La última alusión apunta al recurso que presentó la FIN, luego de dos frustrados intentos ante la Federación Internacional de Natación (World Aquatics), y que también fue rechazado por el TAS para que fuese revisado el resultado del partido que Italia perdió con Hungría en cuartos de final.
Frente a ese rechazo fue que los integrantes del equipo italiano de waterpolo decidieron darle la espalda al jurado antes de enfrentar a España por la clasificación del quinto al octavo puestos del torneo olímpico, tras lo cual el entrenador Sandro Campagna pidió un "tiempo muerto" para que Francesco Condemi (injustamente expulsado frente a Hungría) recibiera el aplauso de sus compañeros y del público.
Italia también jugó los primeros cuatro minutos del partido deliberadamente con un hombre menos y terminó recibiendo tres goles en un partido que perdió por 11-9 que la relegó a disputar un partido por el octavo puesto.
"Estoy decepcionado por esta reacción que a todas luces resulta contraria al espíritu olímpico", resaltó Malagó al aludir a la singular protestas del "Settebello", que además de cuestionar la expulsión de Condemi en el partido que perdió por penales con Hungría protestó por un gol aparentemente mal anulado.
"Quisimos dar un mensaje que sirva para mejorar nuestro deporte", dijo por su parte Campagna, al comentar que sus jugadores "no tenían fuerzas para jugar porque no logran conciliar el sueño desde hace dos días" y asegurar que el gesto de hoy, a diferencia de lo que opina Malagó, fue "para demostrar nuestro apego a los valores olímpicos" y no pretendió ser una falta de respeto para España.
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