"Tras verificar las posiciones de todos sin siquiera hablar de solicitudes y cifras concretas, presentaré al consejo federal, ya previsto para el lunes 29 de julio, la posibilidad de convocar una reunión para la modificación del estatuto para favorecer, en las próximas semanas, una en profundidad y espero una fructífera reflexión sobre los cambios a implementar", se lee en una nota firmada por Gravina.
El texto fue difundido después de la reunión con los componentes de la FIGC, sin el ministro de Deportes, Andrea Abodi, y tras la cual se llegó a la definición del camino regulatorio para los cambios estatutarios esenciales.
Este escenario sugiere que las elecciones presidenciales de la FIGC, convocadas por Gravina para el 4 de noviembre tras la eliminación de la "azzurra" en octavos de final de la Eurocopa 2024, terminarán celebrándose en 2025, tal como estaba previsto originalmente.
En rigor, según la normativa de la FIGC, deben transcurrir al menos 60 días antes de convocar una nueva asamblea electiva, por lo que el plazo se fija a partir de enero.
El eventual cambio del estatuto podrá incluir las peticiones de la Serie A, que quiere una mayor autonomía de las ligas desde el punto de vista organizativo, un reglamento de los campeonatos y de los componentes en general.
Asimismo, la entidad presidida por Lorenzo Casini reclama una modificación con respecto a las decisiones que afectan a la Serie A y el aumento de la cuota de profesionalismo al 50% con un peso predominante de la liga, una petición que para ser satisfecha requiere una modificación estatutaria.
"Es el inicio de un camino, la Serie A ha confirmado lo que ya se destacó en la reunión; vamos hacia la necesidad de una reforma que vea una mayor autonomía de las ligas desde el punto de vista organizativo, una regulación de los campeonatos y de los componentes en general.
Además de un estatus especial para
la Serie A con respecto a las decisiones que le conciernen",
resaltó Casini.
"Una Serie A más fuerte y mejor representada dentro del sistema
federal es un beneficio para todos", completó Casini, uno de los
que más celebró la aprobación del pasado miércoles 17 de la
cámara de diputados a la nueva ley tras la enmienda propuesta
por Giorgio Mulé, representante de Fuerza Italia (FI).
La propuesta de Mulé establece, entre otras cosas, el principio
de una representación más equitativa de los clubes de la primera
división del "Calcio".
En tanto, Giancarlo Abete, titular de la Liga Amateur (LND)
aclaró que durante la reunión de este lunes nadie le pidió que
redujera su cuota electoral, mientras que la Liga Pro (Serie C,
tercera división del "Calcio"), indicó mediante su presidente,
Matteo Marani, su apoyo a crear un "camino que una a todos".
"Nosotros, como Serie C, hemos dado una amplia disponibilidad,
siempre hemos sido una liga muy innovadora y estamos abiertos a
todas las posiciones.
El punto central es darle aún más fuerza a
las particularidades que tiene cada liga en el sistema de
fútbol", declaró Marani.
Por su parte, Mauro Balata, presidente de la Serie B, indicó que
la segunda división del fútbol italiano "representa la necesidad
de una reforma que prevea una mayor autonomía de las ligas
profesionales en algunas opciones que pueden ser funcionales
para el sistema" del "Calcio" y "su crecimiento".
"Cada Liga debe tener su propio rasgo distintivo. Nosotros, como
Serie B, hemos afirmado una identidad clara, también poniendo
todos nuestros recursos en beneficio del tiempo de juego de los
jugadores italianos Sub-21, una decisión tomada en 2022 y
después de una serie de pasos difíciles", recordó Balata.
"Ahora nos encontramos al final de un período olímpico de cuatro
años discutiendo reformas, hemos tenido mucho tiempo para
hacerlas, hemos hablado de ellas demasiadas veces y nosotros,
como Liga B, nos hemos instado muchas veces a buscar soluciones,
pero no se nos ocurre otra cosa que la actual estructura de
gobernanza federal, que debe reestructurarse en la dirección
también indicada por el gobierno, puede mejorar o facilitar el
diálogo dentro de todos los componentes y el crecimiento del
sistema", reflexionó Balata.
"Por lo tanto, es necesario proceder a una reorganización de los
valores políticos y de la representación para permitir que los
equipos de fútbol profesionales aumenten su cuota al 50%,
mientras que la Serie B ve el actual aumento porcentual,
ciertamente injustificado y penalizador en comparación con el
papel que desempeña en la El sistema de fútbol italiano",
concluyó Balata.
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