Fiorentina, finalista en la pasada edición, y Olympiacos salieron airosos hoy al ganar sus compromisos de ida en las semifinales de la Conference League por 3-2 como local del Brujas y por 4-2 como visitante del Aston Villa, respectivamente.
El equipo de Florencia, comandado por Vincenzo Italiano, estuvo dos veces arriba en el marcador, aunque debió esperar para cantar victoria al primer minuto de descuento con un gol del angoleño M'Bala Nzola en el Artemio Franchi y ante unos 28 mil aficionados.
Riccardo Sottil a los 5' y Andrea Belotti a los 37' habían puesto en ventaja a Fiorentina, pero Hans Vanaken, de penal a los 17', y el brasileño Igor Thiago a los 63' lograron igualar el marcador para el equipo belga entrenado por Nicky Hayen.
Fiorentina, que contó con los argentinos Lucas Martínez Quarta, Nicolás González (amonestado) y Lucas Beltrán (reemplazado a los 71'), jugó desde los 61' con un hombre más por la expulsión del nigeriano Raphael Onyedika, pero tuvo que esperar al gol de Nzola, ingresado a los 88', para poder celebrar.
Un gol que se festejó y mucho en un partido que el equipo italiano mereció ganar por una mayor diferencia, que le hubiese permitido encarar con mejores opciones la revancha del próximo miércoles, pues generó varias situaciones de gol que no logró capitalizar, como así tampoco el hombre de más con el que contó durante media hora.
Los errores defensivos también le costaron caro a Fiorentina, que con el brasileño Arthur (luego reemplazado) y con Giacomo Bonaventura en el once inicial fue obligando a Brujas a replegarse tras un inicio en el que el visitante avisó con un remate peligroso desde fuera del área de Thiago.
El gol tempranero de Sottil parecía darle tranquilidad al equipo de Italiano y entusiasmó al público local, que cuatro minutos más tarde se aprestaba a celebrar el segundo tras una combinación veloz de Beltrán, Sottil y Cristiano Biraghi que derivó en González, cuyo remate se fue apenas por arriba del travesaño.
La segunda chance de gol de Fiorentina despertó al Brujas, que respondió a los 13' tras una desinteligencia de la zaga local al dejar sólo a Thiago para que probara los reflejos de Pietro Terracciano por primera vez tras quedar mano a mano con el arquero.
Fue un presagio de lo que vendría: Cuatro minutos más tarde y tras un balón que impactó en el brazo de Biraghi en el área local que no percibió Michael Oliver, el árbitro inglés volvió sobre sus pasos advertido por el VAR y sancionó el penal que Vanaken trocó por gol.
Un golpe que sintió Fiorentina, que a los 25' contó con una nueva chance de González para volver a ponerse en ventaja, aunque debió esperar otros 12 minutos para hacerlo, cuando un potente remate de Bonaventura obligó al arquero Nordin Jackers a rechazar defectuosamente y el balón le quedó servido a Belotti para el 2-1 parcial.
En la agonía del primer capítulo, el local estuvo cerca de celebrar el tercero con un cabezazo de Beltrán que se fue apenas arriba.
Al regreso del descanso, Fiorentina siguió atacando con idéntica convicción y volvió a llegar con un centro de Belotti que no alcanzó a conectar Bonaventura, poco antes de que el propio "Gallo" obligase al arquero belga a una atajada providencial con un cabezazo a quemarropa.
Brujas, que un minuto antes había tenido una chance para empatar con Thiago, quedó con diez con la expulsión de Onyedika por una falta desde atrás contra Beltrán que mereció la segunda amarilla y el camino parecía allanársele a Fiorentina.
Pero fue el visitante el que capitalizó esa acción y apenas tres minutos después volvió a emparejar el marcador tras una trepada de Thiago desde su propio campo que el brasileño sentenció con un remate cruzado y seco que no le dio opciones a Terracciano.
Italiano decidió que era hora de darle piernas frescas al plantel y realizó algunos cambios, uno de los cuales, el de Nzola, terminaría pagándole la confianza en la tercera jugada de peligro generada en los minutos finales, luego de las que habían tenido el francés Jonathan Ikoné a los 80' y Belotti un par de minutos más tarde.
Su reemplazante terminó inclinando la balanza cuando todo parecía presagiar un empate, que no conformaba a una Fiorentina que fue por más y tuvo su premio cuando el angoleño estrelló un remate en el poste y aprovechó el rebote para decretar el 3-2 final que, aunque escaso, deja mejor parado al equipo italiano para la revancha, pensando en volver a jugar la final del torneo.
"No era fácil ganar y lo hicimos", resumió Italiano, quien lamentó "haber sufrido dos goles" y también la fractura de clavícula que sufrió Sottil y obligó a reemplazarlo a poco de iniciado el complemento.
"Pudimos haber sacado una mayor ventaja, pero nos convirtieron el segundo gol cuando jugábamos con un hombre más", destacó el DT al comparar este triunfo con la goleada por 5-1 del domingo frente a Sassuolo cuando Fiorentina estaba 2-0 arriba y el rival achicó distancias.
"Por suerte, hoy sobre el final llegamos al triunfo buscando poner en cancha todo el poderío ofensivo con el que contamos, no sólo con Nzola", explicó.
"Hoy tuvimos otras tres o cuatro situaciones como para lograr un resultado más amplio, pero viajaremos a Bélgica con la mínima ventaja y vamos a defenderla", completó.
El griego Olympiakos llega mejor plantado a su revancha tras superar por 4-2 de visitante a un Aston Villa que hoy extrañó al arquero Emiliano Martínez, campeón mundial con Argentina en Qatar y ausente por lesión.
El héroe de la jornada no fue hoy el "Dibu", sino el marroquí Ayoub El Kaabi, autor de un triplete a los 16, 29 y 56', este último de penal, para un Olympiakos que pareció sentenciar la serie con el que convirtió a los 67' el argentino Santiago Hezze.
Ollie Watkins a los 45' y el francés Moussa Diaby a los 52' habían logrado emparejar el marcador para los "Villanos" del español Unai Emery, que contó con el brasileño Douglas Luiz, pero El Kaabi volvió a aparecer en acción y puso arriba otra vez al equipo del también español José Luis Mendilibar, que sentenció el pleito en Villa Park con el gol del ex mediocampista de Huracán.
Olympiakos quedó así MUY bien posicionado para la revancha del 9 de mayo en el estadio Georgios Karaskaikis de Atenas, ciudad que albergará la gran final en el OpapArena el 29 de ese mismo mes y determinará al sucesor de West Ham en el trono que supo ocupar también Roma en 2021-22, en la primera edición del torneo.
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