La colista Salernitana, virtualmente condenada al descenso, no se dio por vencida ni aún vencida y tras estar dos goles abajo en el marcador terminó empatando hoy con Sassuolo, que desperdició así una buena ocasión para escapar al menos provisoriamente de la zona de descenso y sigue penúltimo.
Unos 14 mil aficionados se dieron cita en el estadio Arechi para presenciar el duelo que puso en marcha la trigésimo primera fecha del campeonato italiano y parecían resignados a una nueva derrota de su equipo que supo reaccionar a tiempo con carácter frente a la adversidad y la evitó.
El francés Armand Laurienté a los 39' y el suizo de origen albanés Nedim Bajrami a los 44' le permitieron al "verdinegro" de Davide Ballardini irse en ventaja al descanso, al regreso del cual la segura arenga en los vestuarios de su colega Stefano Colantuono pareció surtir efecto.
El legendario Antonio Candreva, de penal a los 52', achicó distancias para el local, que celebró el empate como un triunfo aunque de poco le sirva el punto cosechado pues Giulio Maggiore lo consiguió en el primero de los siete minutos adicionados por el árbitro Simone Sozza.
Lo sufrió Sassuolo, al que a la media hora de juego le habían anulado (a instancias del VAR) un gol convertido por Andrea Pinamonti por posición fuera de juego del francés Grégoire Defrel y que en la agonía del partido contó con una ocasión en los pies de Pinamonti que pudo haberle asegurado los dos puntos que resignó.
La ventaja con la que cerró el primer capítulo fue merecida, pues Salernitana no logró arrimar peligro en ese período al arco defendido por Andrea Consigli y mostró desatenciones defensivas que explican en gran medida por qué se encuentra en la situación que se encuentra, con apenas 15 puntos cosechados en 31 partidos en los que apenas celebró dos victorias.
El empate de hoy tuvo sabor a triunfo sólo por como se dio, pero la condena cada vez más a un descenso que parece inevitable pues marcha a diez puntos de distancia de su rival de turno, que tiene los mismos que Empoli y que Frosinone, ambos con un partido menos y a dos de distancia de Cagliari y de Hellas Verona, que los preceden.
El equipo de Salerno, que tuvo al argentino Agustín Martegani en el banco de suplentes, comienza a despedirse de la máxima categoría y complicó a un Sassuolo que no supo aprovechar las situaciones generadas como para asegurar su victoria y a falta de otras siete fechas para el final sigue comprometido.
Desde la llegada de Ballardini, Sassuolo sumó cinco puntos en cinco partidos (un triunfo, dos empates y dos derrotas), pero sigue sin poder cantar victoria como visitante, condición en la que perdió sus últimos siete partidos y no celebra desde noviembre, cuando se impuso por 4-3 frente a un Empoli que pelea hoy por el mismo objetivo: la permanencia.
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