Para alrededor de 7 de cada 10 (64,3%), de hecho, es el lugar ideal para probar platos típicos de la zona entre refugios de montaña, refugios y cabañas.
A ese interés le sigue, casi a partes iguales, la posibilidad de realizar excursiones (63,7%) o la búsqueda de bienestar y relajación (63%), mientras que las actividades deportivas siguen siendo la primera opción para 5 de cada 10 (52,73%).
Esto se desprende de una investigación realizada por AstraRicerche para el Consorcio de Protección Bresaola della Valtellina, en el norte de la península, donde las ciudades Bormio y Livigno serán protagonistas por primera vez en las carreras de esquí alpino Milano Cortina 2026.
La comida resulta ser un elemento fundamental para afrontar el frío y apoyar la actividad física en la altura: el 60,5% cambia sus hábitos alimentarios adaptándolos a las diferentes necesidades que tiene en la montaña, favoreciendo sobre todo el consumo de alimentos proteicos (61,7%).
Entre esos se destaca un popular fiambre, la Bresaola della Valtellina que aparece entre los alimentos proteicos favoritos en la montaña junto con los embutidos (56,1%), casi a la par de los quesos y los lácteos (56,9%).
Y de nuevo desde el Consorcio de Protección, bajo la supervisión de la bióloga nutricional Manuela Mapelli, llegan tres bocadillos proteicos diferentes combinados con tres actividades diferentes de deportes de altura, como raquetas de nieve, esquí y snowboard.
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