La ciudad industrial que domina el golfo de Botnia ha elegido el lema "Cultural Climate Change" (cambio en el clima cultural), para resumir la ambición de llevar el cambio cultural a una Europa pospandemia, con pleno respeto por la naturaleza.
Desde un laboratorio de cocina ártica, hasta el diseño y puesta en valor de la cultura indígena sami, sin olvidar la sauna, un aspecto importante de la cultura y la vida cotidiana finlandesa.
El programa detallado se anunciará el 15 de enero, pero los preparativos han estado en marcha durante años.
En Meri-Toppila, un barrio residencial a las afueras de la ciudad, destaca entre los edificios "el silo de Aalto", hasta hace unos meses en completo abandono pero que, gracias también al capital de la cultura, será renovado y regresó a la comunidad.
Construido en 1931, es el primer edificio industrial diseñado por el arquitecto finlandés más famoso de la historia, Alvar Aalto, pero no ha sido utilizado desde los años 80 y hasta hace poco corría peligro de demolición.
"Es el espectro de un sistema económico que ya no existe", declaró Valentino Tignanelli, el arquitecto ítalo-argentino responsable del proyecto, hablando con ANSA frente a la obra.
Al llegar a Oulu para realizar una maestría en plena pandemia, Tignanelli documentó el silo durante sus estudios y mientras tanto fue capturado por la ciudad en el polo opuesto de su Buenos Aires natal.
"Oulu es una ciudad fronteriza, en la frontera de Europa, con muchos espacios vacíos tanto físicos como simbólicos. Aunque estamos en Europa y Finlandia es uno de los países más desarrollados con un buen sistema de apoyo, todavía estamos al margen y el futuro de Europa pasa por el Artico", señaló.
Temiendo una demolición inminente, el arquitecto hizo todo lo posible para salvaguardar el futuro del silo.
"Es una obra de arquitectura y de ingeniería que forma parte de la historia no sólo de Oulu sino de la arquitectura", subrayó Tignanelli, que quiere ayudar a la comunidad a través de los trabajos de restauración.
"Para ser sincero, más allá del edificio en sí, lo que me fascina es el barrio. Es un entorno urbano corrompido que se destaca del resto de la ciudad y que ha sido completamente abandonado por la clase política", admitió.
Gracias a la intervención de la fundación Factum que compró el edificio, fue posible preparar la restauración.
"Es un proyecto para transformar las estructuras físicas del edificio, pero también la forma de pensar sobre el reciclaje del hormigón armado", declaró Charlotte Skene Catling, famosa arquitecta y responsable del proyecto de restauración del silo.
"Queremos crear un 'Protocolo de Oulu' que defina una metodología para la reutilización del hormigón", explicó.
Para Skene Catling este es un paso importante para reducir el impacto ambiental del hormigón, dando nueva vida a lo viejo, en lugar de destruirlo y reconstruirlo.
"Es fascinante. Hace unas semanas se anunció la inclusión del 'silo Aalto' entre los socios oficiales de la nueva Bauhaus europea: es un gran paso adelante", subrayó Valentino Tignanelli.
"¡Ahora esperamos poder contar con el apoyo político necesario para poder inaugurar el edificio en 2026!" concluyó.
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