A continuación, las sugerencias de dos plataformas de viajes online que nos sumergen en la magia de las fiestas.
Civitatis, líder en el sector de las visitas guiadas, propone 10 mercados con un encanto irresistible, partiendo de Tallin, que combina el halo medieval de la ciudad antigua con un espíritu festivo inigualable. El mercado tiene una atmósfera única y está dominado por un árbol de Navidad de 15 metros de altura, rodeado de puestos que desprenden aromas de vino caliente y dulces locales.
La plaza de la Basílica de San Esteban de Budapest se convierte hasta principios de enero en un auténtico espectáculo navideño. Un imponente árbol de Navidad preside el mercado, rodeado de puestos de artesanía y cocina típica húngara de excelente calidad.
La Plaza del Ayuntamiento de Viena alberga un emblemático mercado callejero que ofrece talleres y puestos con productos y delicias locales y transforma el centro de la ciudad en un entorno mágico con sus luces y decoraciones.
Poznan, una encantadora ciudad polaca a orillas del río Varta, se transforma cada año en un mágico destino navideño.
Entre la Plaza del Mercado Viejo y la Plaza de la Libertad se instala uno de los mercados navideños más extraordinarios de Europa, donde los puestos de madera ofrecen lo mejor de la gastronomía local y productos artesanales únicos.
Uno de los principales atractivos es el Festival de Esculturas de Hielo, que llena el centro histórico de impresionantes obras de arte. Además, la noria de la Plaza de la Libertad es el lugar perfecto para admirar la ciudad iluminada por una luz navideña dorada.
El mercado de Adviento de Basilea ilumina la Barfüsserplatz y la Münsterplatz con guirnaldas, abetos y exquisitas decoraciones. Además de artesanía y delicias locales como Basler Läckerli, este mercado destaca por sus conciertos y actividades para toda la familia.
En Navidad, Bruselas se transforma en un espectáculo festivo con su encantador mercado navideño, iluminación espectacular, música, norias, exposiciones y pistas de hielo. Entre las novedades más esperadas se encuentra la obra de arte luminosa Echinodermus, instalada en el Mont des Arts: de 12 metros de altura, representa un árbol de Navidad onírico y surrealista, en el que ramas, hojas y frutos son elementos luminosos que flotan en el aire, bailando en un movimiento poético y silencioso.
En el corazón de Alsacia Colmar se encuentra una de las ciudades medievales con más encanto de Francia y en Navidad su magia se multiplica. Las casas con entramado de madera, decoradas con miles de luces y adornos, transforman la ciudad en un ambiente de cuento de hadas.
Con mercados navideños, cantantes y espectáculos coreografiados, pasear por Colmar en esta época del año es como entrar en una película navideña. Los mercadillos navideños son una tradición en Alemania y Dresde es uno de los destinos que no hay que perderse.
Su famoso Striezelmarkt, que alberga la plaza Altmarkt desde el siglo XV, es uno de los más antiguos y encantadores de Europa. Con representaciones teatrales, exposiciones, puestos de artesanía y un ambiente mágico, este mercado es una visita obligada para todo aquel que quiera vivir una auténtica Navidad.
Albert Square, frente al impresionante Ayuntamiento neogótico de Manchester, alberga un mercado con cientos de puestos de madera que ofrecen productos artesanales, delicias gastronómicas y bebidas festivas.
Por su parte, Evolution Travel, agencia de viajes y operador turístico online, ofrece otros mercados en lugares con encanto, empezando por Riga en Letonia. Aquí los puestos, situados en el corazón del centro histórico, se encuentran entre los más fascinantes del norte de Europa. En la Plaza de la Catedral el ambiente es festivo, con la antigua arquitectura gótica y las luces parpadeantes que calientan las frías noches de invierno.
Las casas de madera ofrecen productos artesanales típicos de Letonia: desde suéteres de lana hasta velas aromáticas, pasando por joyas de ámbar, uno de los recursos más preciados de Letonia, y especialidades gastronómicas como piparkūkas, una deliciosa galleta de jengibre, y karstvīns, vino caliente letón enriquecido con especias aromáticas.
Los Christkindelsmärik de Estrasburgo se encuentran entre los más antiguos y famosos de Europa: datan de 1570 y, situados en el centro histórico de la ciudad, declarado patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, transforman a la ciudad en la "Capital de la Navidad", atrayendo a miles de visitantes cada año.
Las plazas más bellas de la ciudad, como la Place de la Cathédrale y la Place Kléber, cobran vida con luces, decoraciones brillantes y chalets de madera que ofrecen productos artesanales de todo tipo, desde adornos navideños alsacianos hasta velas hechas a mano y delicias locales, como el bredele, una tradicional galleta especiada, vino caliente aromatizado y quesos regionales, en medio de coros navideños y espectáculos festivos.
Los mercados navideños de Cracovia transforman la Plaza del Mercado, rodeada por los imponentes edificios góticos y renacentistas del casco antiguo, en un pueblo navideño de tiempos pasados, con casas de madera que exponen productos y delicias originales polacas como los pierogi, raviolis rellenos de carne o queso, oscypek, un queso ahumado típico de las montañas Tatra, y postres como el makowiec, un tradicional pastel de amapola. Todo ello acompañado de vino caliente y cervezas artesanales, pero también de conciertos y espectáculos folclóricos que hacen que la experiencia sea inolvidable.
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