Para inaugurar el nuevo espacio llega uno de los acontecimientos artísticos más esperados del Jubileo, la "Crucifixión Blanca" de Marc Chagall, que será visible al público desde mañana 27 de noviembre hasta el 27 de enero de 2025.
El préstamo de la obra maestra del Arte Instituto de Chicago fue promovido por monseñor Salvatore Fisichella, pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, quien explicó en la visita preliminar cómo llegó el cuadro a Roma, cuyo impacto "es anímicamente muy fuerte, casi eriza la piel".
Realizado después de la Noche de los Cristales de 1938, el cuadro muestra a un Cristo crucificado, bañado por una luz blanca, que destaca sobre el gris de los tonos de las otras figuras que hacen referencia a las persecuciones vividas por el pueblo judío, desde pogromos hasta casas incendiadas y destruidas.
"A pesar de lo que se nos muestra, la violencia y la persecución, el lenguaje del arte trae luz y esperanza; la luz que proviene de la crucifixión es tal que supera el drama y la sombra. Este año santo que comienza - explicó Fisichella - quiere hablar de esperanza, que no es solo un anuncio retórico: la esperanza hay que verla, tocarla, vivirla; por eso hay que dar signos concretos de ella y también el arte, una exposición de Chagall es uno de esos signos".
Es un mensaje universal que se aplica a todos, no solo a los católicos, subraya el monseñor: "No quería que el cuadro de Chagall fuera colocado en una iglesia para extender la visión de la obra a aquellos que dudan en ir a una iglesia católica.
Agradezco a la Fundación de Roma y a la Fundación que me brindaron la voluntad de combinar la exposición del cuadro con la inauguración del nuevo complejo museístico", concluyó.
"Un gran regalo" hecho por el Dicasterio para la Evangelización a la ciudad de Roma, comenta el alcalde Roberto Gualtieri, que define el cuadro como "una obra que da la sensación de un jubileo de esperanza: es un momento dramático que vivimos así como aquel que veía Chagall en 1938, con los acontecimientos que fueron el preludio de la guerra y el Holocausto, pero el artista infundió un sentimiento de esperanza al combinar también diferentes símbolos religiosos, dejando claro que todos los hombres son hermanos", afirmó.
Para el alcalde de Roma, "la exposición del cuadro combinada con el museo que surge de la unión de estos dos maravillosos edificios, constituye un doble regalo que permite iniciar el Jubileo de la mejor manera posible".
El presidente de la Fundación de Roma, Franco Parasassi, destaca las distintas vocaciones de los dos edificios situados uno frente al otro en la icónica Via del Corso y de cuya fusión nació el nuevo Museo.
"Demos vida a un centro que es un sistema: el Palazzo Sciarra es un cofre del tesoro que contiene las obras de la colección permanente desde el siglo XV hasta hoy y el archivo histórico de la ciudad: un espacio que se puede visitar con visitas guiadas gratuitas y que creemos que será muy apreciado dado que cuando lo abrimos durante las jornadas del FAI (para conocer el patrimonio nacional) era el tercer sitio más visitado y el primero entre los edificios".
El Palacio Cipolla acogerá exposiciones temporales "caracterizadas por un rigor científico muy fuerte y siempre al servicio de un proyecto social, demostrando el compromiso constante de la Fondazione Roma con la ciudad, un camino que tiene en el centro la idea del cuidado".
El programa de exposiciones temporales, después de Chagall con el cuadro que también despertó el gran aprecio del Papa Francisco, incluye una exposición dedicada a Picasso, prevista para 2025, que combina algunas obras de la gran exposición de Milán en el Palazzo Reale con novedades italianas e internacionales.
Los préstamos recrearán un nuevo itinerario expositivo diseñado para la sede de Roma.
Por último, ya está prevista una exposición sobre Dalí, con el objetivo de consolidar la vocación internacional del museo.
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