Las actividades integran un proyecto multidisciplinario titulado "Teatro y cine al servicio de la salud mental entre Emilia Romaña y Argentina".
"Teatro Núcleo se ha distinguido desde su fundación por algunas características peculiares. En primer lugar, la composición internacional del grupo, luego, la elección del lenguaje: un teatro que es capaz de ampliar al máximo la capacidad de comunicación escénica, más allá de las palabras", dijo Horacio Czertok, creador de la compañía, en diálogo con ANSA.
Es que comprender la metodología del grupo, con especial atención "a la imagen, a la música, a la voz, a la calidad del gesto y del movimiento", es fundamental para destacar el papel fundamental que desempeñó en la región italiana de Emilia Romaña en el contexto del movimiento Psiquiatría Democrática que derivó en la sanción de la reconocida "Ley Basaglia" en los años '70, que dispuso el cierre de los hospitales psiquiátricos en Italia.
"La investigación está guiada por algunas certezas: que el teatro es capaz de expresarse y existir más allá de las palabras, que la calidad del acto teatral reside en la intensidad de las relaciones que logra crear entre actores y espectadores. Con la misma mirada y las mismas prácticas, actuamos proyectos para ayudarnos (nosotros, los ciudadanos) a entender que era hora de abolir ese lugar de horror que era el manicomio, que era posible hacerlo y que además era un júbilo, una celebración del gran momento de libertad que nos tocaba vivir", explicó.
Teatro Núcleo, creado a inicios de los años '70 en Buenos Aires por los actores Horacio Czertok y Cora Herrndorf, nació como una compañía teatral que desarrollaba proyectos interdisciplinarios con impacto sociológico y cultural y se relacionó con instituciones de investigación teatral-terapéutica. Su nombre inicial era Comuna Baires, pero cuando en febrero de 1974 Czertok fue secuestrado por un comando armado de la Tripe A (Alianza Anticomunista Argentina, una organización parapolicial de ultraderecha) Comuna decidió huir a Italia, mientras el actor y Herrendorf permanecieron en Argentina, fundando Comuna Núcleo y la revista Cultura. Comenzó así un intenso trabajo conjunto entre Buenos Aires y Ferrara, donde Teatro Núcleo permitió acercar al público a seminarios, fiestas y espectáculos de compañías internacionales, dando gran vida al fermento cultural de la ciudad italiana en los años '80 del siglo pasado. En los años '90 nació el Centro de Teatro en Terapias y Czertok fue reconocido por su trabajo en el campo de la formación y en la discapacidad mental, enseñando teatro en la Clínica Psiquiátrica de la Universidad de Módena y Reggio Emilia. "A lo largo de los años hemos llevado a cabo un extenso trabajo en el campo de la psiquiatría y la prevención y tratamiento de las adicciones a las drogas, en colaboración con hospitales, clínicas y comunidades públicas y privadas a nivel local y europeo. Estas experiencias han permitido la creación de metodologías de abordaje y tratamiento, impartidas en cursos y seminarios especiales a operadores de todas las naciones", detalló Czertok.
Esa experiencia llega ahora -aunque no por primera vez- a Buenos Aires, donde Teatro Núcleo realizará una serie de actividades que inician hoy con la conferencia "Teatro Núcleo.
50 años de trabajo entre investigación, salud mental y ciudadanía", en la Universidad de Buenos Aires, en colaboración con el Centro Italo Argentino de Altos Estudios (CIAAE) y el Instituto Gino Germani.
También este miércoles y el 21, en la Escuela Metropolitana de Arte Dramático, Czertok dictará el taller de práctica teatral dirigido a operadores del contexto social "A ojos abiertos", en colaboración con La Runfla Teatro Callejero, y el 29, cerrando el ciclo, el actor presentará el unipersonal "Contra Gigantes", en la Casa Fundación Medifé.
En sus cincuenta años de historia, Teatro Núcleo generó debates y seminarios que reunieron a artistas, políticos y académicos de toda Europa y formó a diversos grupos de jóvenes con su metodología.
"Está bien festejar nuestros cincuenta años, porque son también de los miles de espectadores y colaboradores que han vivido con nosotros, pero sin exagerar. Estamos todos contentos de haber llegado aquí, y soplamos juntos las velitas. Lo importante no lo decidimos nosotros, los viejos, que podríamos bien colgar la adarga y jubilar a Rocinante: lo deciden los y las jóvenes que pueblan nuestros proyectos (en los barrios, en las cárceles, en las plazas) y que para hacerlo se apoderan de nuestras prácticas, las hacen propias, las transforman y nos las devuelven vivas", concluyó.
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