Una máquina en el plano inclinado que domina la ventana del verde jardín que rodea este precioso edificio del siglo XVIII, que alberga una galería de arte en el centro de la ciudad, que el año que viene será la sede del proyecto Go!2025, la Capital Europea de Cultura, junto con Nuova Gorica. Pero la exposición fue precedida en 2023 por una similar Italia Fifty, en nombre de un proyecto del museo dirigido por Raffaella Sgubin para recorrer la sociedad italiana década tras década a través de la elección de ese Made in Italy del que está tan orgulloso, pero sobr eel que le cuentan muy poco. PEro, aquí está contado admirablemente.
Se abre "Italia sesenta. Arte, Moda y Diseño. From Boom to Pop"con el blanco y negro de la óptica, un sorprendente juego de formas que se funden en una serie de vestidos de noche muy elegantes. La exposición comisariada por Carla Cerutti, Enrico Minio Capucci, Raffaella Sgubin y Lorenzo Michelli catapulta al visitante a un caleidoscopio de colores, materiales y formas, en busca de una redefinición del concepto mismo de humanidad.
Están las prendas y accesorios revolucionarios de diseñadores como Roberto Capucci, Emilio Pucci con gafas que se expanden en color, Elio Fiorucci con sus grandes innovaciones, Missoni, Mila Schon, Gucci. Luego los objetos de diseño que han quedado en la historia como la silla Selene de Vico Magistretti, la lámpara de mesa de Gae Aulenti, el modular Kartell diseñado por Anna Castelli Ferreri. Pero también los cómics de Diabolik, las pinturas de Valerio Adami y el arte que roza el cine popular de Fantozzi, como la silla de saco en su brillante color rojo fuego.
Visto hoy, ese optimismo parece alimentado por aquellos que no pensaron demasiado en el problema del futuro, dado por ejemplo la explosión en el uso del plástico que hace que todo sea más democrático, pero también lleno de estilo gracias a la imaginación de los diseñadores con nombres famosos...
Una exposición que redescubre un mundo también oscuro.
Por ejemplo, los niños que la visitan se preguntan perplejos qué es esa máquina de colores que toca discos, o la máquina de discos, y se sorprenden con la respuesta.
Hay naturaleza, hojas, árboles y animales, que se transforma en objeto de decoración, moda que se atreve con largos, flecos, estampados y transparencias. Sublimado en las creaciones del maestro Valentino, sin nunca vulgaridad más que el emblema, la quintaesencia de la elegancia.
Hay música, entre otras cosas, con la guitarra de doce cuerdas modelo Eko Rocket que perteneció a Shal Shapiro. Romper el molde fue sin duda el lema de los años sesenta, una época de complejos cambios sociales y políticos, por supuesto, pero también de impulsos creativos originales y del surgimiento de nuevos enfoques y nuevas visiones. Lo que aquí cambia es la forma de vivir, vivir, trabajar, vestir, amar y gestionar el tiempo libre. Estos son los años en los que todos los sueños parecen poder hacerse realidad, empezando por el paso del hombre sobre la luna.
Más allá del diseño, la historia también se abre al arte, reconociendo cuánto se entrelaza este lenguaje expresivo con los otros dos, y por supuesto con la moda, con ropa y zapatos en exhibición y la inclusión del plástico en los materiales utilizados. La exposición va acompañada de un volumen editado por Antiga Edizioni a partir de un diseño gráfico de Studio Polo 1116 que se puede consultar.
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