"Una virtud de los venezolanos es el humor. El venezolano es un pueblo que sabe pasarlo bien. Y no sé si sin humor el pueblo venezolano hubiese podido vivir estos 30 años de dificultades.
Pero a veces ignoro si el humor tiene que ver con que esto haya durado casi 30 años", reflexiona.
Ahora, enfatiza, "la prioridad por prescripción facultativa es que permanezca el humor en medio de tanto dolor y tristeza".
De la situación actual política venezolana "se sale como se saldría de un proceso médico, con terapia, con tratamiento, pero para que haya eso, como pasa con las dependencias, tiene que haber voluntad de salir. Basta para que una de las dos partes no quiera salir, para que no se pueda salir".
Zupcic, que participa esta semana en el VI Festival Hispanoamericano de Escritores (FHE), dedicado a Venezuela, que se celebra a Los Llanos de Aridane (La Palma, Canarias), llama a la comunidad internacional a "demostrar que está dispuesta sin hacer ruido a mejorar la situación de los venezolanos".
Y considera necesario "apoyar a las personas que sufren desesperanza" en Venezuela, porque "no hay nada peor que la desesperanza, saber que el día siguiente no va a ser mejor que el día anterior".
Zupcic nació en 1970 en Valencia (Venezuela) y reside en Valencia (España), donde trabaja como médico en un hospital que es "mi país".
Allí llegó procedente de Salerno (Italia), donde fue médico del equipo de fútbol y germinó su novela "Curso (rápido y sentimental) de italiano", que cuenta las dificultades de un amor binacional.
Acaba de terminar un libro de cuentos en el que todos los protagonistas son migrantes venezolanos, un trabajo que ha sido "muy doloroso".
Los venezolanos, afirma, "tenemos una herida profunda" que llevamos "en silencio".
La migración masiva "es una tragedia infinita. La mayoría de nosotros hemos tratado de llevarlo con cierta dignidad e incluso silencio. No somos una comunidad escandalosa".
Añade que "incluso en esos sitios donde el drama no se vive con discreción el escándalo es insuficiente para lo que se está viviendo: casi 10 millones de personas que han salido de su pais de origen".
Aparte del conflicto entre Palestina e Israel sostiene que "no hay otra realidad que tenga una pérdida de sangre tan masiva".
Incluso "las personas que viven en bienestar en un país como España tienen a sus familiares que viven en Venezuela".
Y cada migrante hace envíos de cajas de 15 o 20 kilos, un peso que "en lágrimas, en dolor, no son nada. Es mucho más".
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA