Este género constituye "la expresión máxima del cine popular que se ha hecho en Italia, y quizás en Europa.
El cine policial
se ha convertido en un estereotipo del Made in Italy. La mayor
parte de las producciones que tienen alcance internacional
pertenecen a este género", apunta el historiador Felipe
Cabrerizo, uno de los coordinadores de la retrospectiva "Italia
violenta. El cine policial italiano" y autor de un libro
monográfico.
"Hemos querido reivindicar este cine que con el paso del
tiempo había quedado un poco olvidado y porque sobre las
películas siguen pesando los prejuicios que tuvo la crítica en
su momento. En cambio, 50 años después se pueden ver con una
mirada nueva", añade.
"Todo el cine italiano tiene el plus de que termina contando
de manera muy incisiva todo lo que era la evolución de la
política y de la sociedad en aquellos años. Es algo que en otros
géneros hechos en otros países tienden un poco más hacia la
estilización. Sin embargo, la fuerza que tiene el cine italiano
en general y el policial es el poso social que tiene", subraya.
El ciclo, organizado en colaboración con el Instituto
Italiano de Cultura, ofrece hasta el día 28 una panorámica
amplia formada por 22 largometrajes, "no solo de los años 70,
que es el más conocido -apunta el otro coordinador, Quim Casas-,
sino que comienza con el cine neorrealista", con Luchino
Visconti y su "Ossessione" (1943).
Visconti fue el que relanzó el género, que nació en el mudo,
y que tuvo "dos décadas de parón por la censura de Mussolini,
porque el crimen no podía se representado en pantalla, aunque se
terminan haciendo 50 o 60 películas que no son abiertamente
criminales, pero que tienen todos los elementos del policial",
explica Cabrerizo.
La retrospectiva rescata al director Pietro Germi, del que
se ofrecen tres de sus películas, "In nome della legge" (1949),
"La città si difende" (1951) y "Un maledetto imbroglio" (1959),
e incluye títulos como "Il giorno della civetta" (1968), de
Damiano Damiani; "Indagine su un cittadino al di sopra di ogni
sospetto" (1970), ganador de un Oscar, de Elio Petri; y
"Cadaveri eccellenti" (1976), de Francesco Rossi.
El "star system italiano en el policial italiano, apunta
Casas, "es mucho más variado que el francés"; ahí están actores
como Tomas Milian, Franco Nero, Fabio Testi, Gian Maria Volante
o Claudia Cardinale, "e incluso está Alberto Sordi, a quien solo
se identifica con la comedia italiana, pero es el protagonista
de "Mafioso" (1962), de Alberto Lattuada.
"Las grandes películas del policial italiano terminan poco
después del asesinato de Aldo Moro", del que el ciclo ofrece el
film "Il caso Moro" (1986), de Giuseppe Ferrara, "porque la
realidad ha superado a la ficción. Sin embargo el género sigue
en marcha y no baja su calado popular", cuenta Cabrerizo.
De hecho, el "gran éxito popular del cine policial italiano es
la serie televisiva "La piovra", emitida en la RAI desde 1984
hasta 2001.
La llegada de "Gomorra", de Matteo Garrone, en 2008, "que
tiene un éxito enorme, crea una nueva explosión del género", que
se mantiene con plena vigencia.
"L'ultima notte di amore" (2023), de Andrea Di Stefano, con
el que se cierra el ciclo, es "el ejemplo más claro de cómo aun
pervive el cine policial en el cine italiano contemporáneo",
comenta Casas.
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