"No habrá ninguna fiesta, mucho menos con 500 personas. Está prevista solo la presencia en forma privada de la artista, será una visita completamente privada", dijo el alcalde Nápoles, Michele di Bari.
La versión había surgido de la prensa sensacionalista británica y la posibilidad había generado duras críticas en Italia. Un representante de la Asociación Italia Nostra, encargada de la tutela de bienes culturales en la península, calificó la posible celebración como "absurda" y la describió como un intento de "regalar Pompeya" a intereses privados.
Según las versiones, Madonna había alquilado el anfiteatro por 30 mil dólares, lo que también fue desmentido por las autoridades del Parque Arqueológico.
Di Bari presidió este jueves en la alcaldía del comité de orden público para evaluar la seguridad en torno a la presencia de la diva en la región.
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