El calor récord de este verano amenaza el dominio de la "cocina de la abuela" en las mesas festivas italianas, donde ganan terreno los platos más livianos y frescos, como revela una encuesta de la rama agropecuaria de la CNA, la organización que nuclea a la pequeña y mediana industria del país.
La encuesta confirma la división etaria de la mesa italiana.
Los platos tradicionales siguen dominando en los hogares donde las cocinas están a cargo de personas mayores de 60 años, sobre todo cuando son muchos los reunidos. Pero la cocina liviana, en la que abundan los platos fríos y los alimentos crudos para facilitar la hidratación, es cada vez más popular en los hogares habitados por jóvenes, en los restaurantes y en los destinos balnearios.
Así pues, la verdadera contienda se libra entre la lasaña, de carne, pescado o verdura, y en sus diferentes nombres, como timbal o Vincisgrassi, y la ensalada de pasta o arroz en una de sus múltiples versiones: de la vegetariana a la clásica, con atún o salchichas, con queso asiago o con mayonesa.
Tras el plato principal, crece en nuestras mesas el protagonismo de los alimentos crudos, no solo platos vegetarianos, sino también carpaccio y tartar, y los platos a la plancha, de nuevo no solo de verduras, sino también de pescado y carne.
Atrás queda, sobre todo en verano, la tradicional distribución de las comidas, desde el aperitivo hasta el postre, según destaca la encuesta. Lo que marca la diferencia es el plato principal (si no el único) en torno al cual gira la comida.
Para refrescar los paladares (en lugar de helados, por ejemplo) la gran mayoría de los italianos elige sandía o melón.
Tres de cada cuatro italianos, sin división alguna, desde la edad a la geografía, la consideran el alimento más adecuado para combatir el calor y concluir un digno almuerzo de verano.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA