Algo inédito en el certamen,
se trata de Alma Cooper, de Michigan, que también tiene una
maestría en Ciencia de Datos de la Universidad de Stanford.
La joven ganó el título después de que Noelia Voigt
dimitiera el pasado mes de mayo, supuestamente por problemas de
salud mental.
"Como hija de un trabajador inmigrante, una
orgullosa afrolatina y oficial del ejército de los Estados
Unidos, estoy viviendo el sueño americano", dijo durante una
discusión con los miembros del jurado.
Cooper fue coronada por la hawaiana Savannah Gankiewicz,
quien había heredado la corona tras la dimisión de Voigt.
El concurso es el primero sin límites de edad para los
participantes. De hecho, la Organización Miss Universo eliminó
la prohibición que impedía participar a las reinas mayores de 28
años.
Entre las finalistas también estaba Kristina Johnson, una
mujer de Arizona de 41 años, y varias concursantes de Montana,
Dakota del Norte, Maryland e Indiana tenían más de 30 años.
Alma, que tiene 22 años, venció a otras 50 concursantes en
eventos como la presentación de traje de noche y traje de baño.
Connor Perry de Kentucky y Danica Christopherson de Oklahoma
terminaron como primera y segunda princesa, respectivamente.
El certamen de este año se ha visto empañado por la
controversia, ya que dos ganadoras anteriores del título
renunciaron a principios de este año. Según los informes, Miss
Estados Unidos 2023, Voigt, renunció citando el ambiente tóxico
y la mala gestión de la organización. Mientras tanto, la ex Miss
Teen USA Uma Sophia Srivastava dimiytió argumentando que sus
valores ya no se alinean con la dirección de la organización.
El informe detallado del Times, "Qué sucedió realmente dentro
de Miss USA?", señaló que en las entrevistas, varias personas
dentro de la organización sugirieron que el ambiente del
concurso "era tóxico".
Algunos de los problemas del concurso eran "comunes",
incluidos los conflictos interpersonales y la disfunción, pero
las participantes y los directores estatales del medio de
noticias entrevistados por el Times insinuaron que eso
significaba que había "tensiones más profundas" dentro de "una
institución en desacuerdo con su propia misión declarada de
empoderamiento de las mujeres".
El periódico contó que la carta de renuncia interna de
Voigt, a la que pudo accedes, detallaba preocupaciones. Entre
ellas: falsas promesas; problemas de salud, un incidente de
acoso sexual y una sensación de que la organización "no la apoyó
cuando informó del incidente".
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