Con motivo del centenario del nacimiento de Paolo Volponi (1924-1994), escritor y poeta, político y empresario, apasionado coleccionista de arte, Urbino lo celebra con una exposición en la Galería Nacional de las Marcas (centro oeste de Italia), en el Palacio Ducal, que propone obras de la pintura boloñesa, desde el siglo XIV hasta el Gran Caravaggio y el período Emiliano de algunos de los artistas más famosos del siglo XVII.
La exposición, que se inaugurará el 19 de julio, incluye las pinturas donadas por el propio Volponi en 1991 y por su esposa Giovina Iannello junto con su hija Caterina en 2003.
Hasta el 6 de enero de 2025, la exposición pretende profundizar en la investigación sobre la predilección de Volponi por el siglo XVII, entre la investigación naturalista y el virtuosismo pictórico.
Algunos lienzos permitirán redescubrir los temas del arrobamiento extático y de la penitencia física, del desnudo, sea femenino o masculino, investigado en la verdad epidérmica del tiempo que nos desgasta, de la naturaleza muerta como verdad popular y al mismo tiempo una meditación sobre la existencia a través de un género que encontró su máxima conceptualización en el siglo XVII, del color y la luz como herramientas para investigar la naturaleza y como contrapartes pictóricas de la prosa figurativa de Volponi.
Al mismo tiempo, en el Palacio Ducal también se puede visitar la gran exposición de Federico Barocci Urbino.
La emoción de la pintura moderna ofrece la oportunidad irrepetible de admirar gran parte de la pintura italiana, y no solo, del siglo XVII, considerada desde múltiples puntos de vista.
La exposición Volponi Corporale (como así lo titula su famosa novela) se desarrolla a través de un conjunto de ocho obras pictóricas: en un lugar de honor para quienes entren desde la gran sala del siglo XVI se podrá admirar a la Magdalena en éxtasis (del original perdido de Caravaggio), que está acompañado por San Jerónimo de Rutilio Manetti sostenido por ángeles. En las paredes del fondo siguen dos naturalezas muertas, la receta popular de un "gastrónomo" Battistello y una vanitas -género artístico que resalta la vacuidad de la vida y la relevancia de la muerte- típica de ejercicios espirituales sobre el sentido del tiempo y de la existencia; en la contra pared un "San Jerónimo penitente" de Lorenzo Gennari extraído del retablo de la Pinacoteca cívica de Cento, que cierra la selección junto a una "Sofonisba suicida" de estilo Guercino como el citado San Jerónimo de Gennari.
En el centro de la sala, para recordar dos de las grandes pasiones de Volponi, un extraordinario "Martirio de San Sebastián" de Schedoni (idealmente vinculado a pocos metros con la limosna de Santa Isabel de Hungría) y un "Cristo en la columna" de Carlo Saraceni, pintor entre los más queridos. Ocho obras que se sumarán a las otras 21 donaciones Volponi ya presentes en el itinerario del museo; entre ellos también "El Sacrificio" de Isaac de Mattia Preti, "David contemplando la cabeza de Goliat" de Guido Reni, "El filósofo Orígenes" de Jusepe de Ribera, "La Academia de Platón" de Salvator Rosa.
Todas las obras presentes en la Galleria Nazionale delle Marche y procedentes de la Colección Volponi se reunirán en un ágil catálogo, que llevará el texto de Massimo Raffaeli, a disposición de los visitantes.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA