La prohibición, ordenada por el alcalde Francesco Forgione, estará env igor del 1 de junio hasta el 30 de septiembre, cuando la isla es invadida por cientos de turistas, muchos que llegan en excursiones de un día y se van.
Ahora, los turistas tendrán que renunciar a quitarse la camisa o camiseta incluso en los días calurosos, cuando sería natural andar con el torso desnudo.
Forgione, exdiputado y expresidente de la comisión parlamentaria antimafia de 2006 a 2008, no pensó mucho en ello al adoptar la ordenanza: "¿Dónde está el escándalo? - dice Forgione - después de todo, en Roma ¿se permite caminar por el centro o entrar a los museos con el torso desnudo?", preguntó.
"Lo que pedimos es un mínimo de respeto por los espacios públicos, afirma el alcalde. Dspués de todo es impensable entrar en lugares históricos como el Palazzo Florio o la antigua procesadora de atún con traje de baño y sin camiseta.
Forgione recordó que "hay otros lugares, como playas y calas, donde se puede tomar el sol, pero no podemos permitir que nadie lo haga en los comercios, en el Municipio y en los sitios históricos".
La ordenanza de Forgione no es nueva. Tomó la misma decisión el año pasado y, salvo alguna polémica esporádica, fue ampliamente respetada.
Este año se ha vuelto a proponer y quien lo incumpla podría enfrentarse a una multa administrativa de entre 25 y 150 euros.
La medida fue compartida Massimo Saladino, presidente de Egadi pro loco, una asociación cultural sin ánimo de lucro que promueve y preserva el patrimonio cultural, histórico y natural del archipiélago de las islas Egadi, una de las cuales es Favignana.
Como ocurre en cualquier otro sitio turístico donde hay museos y lugares históricos, también en Favignana es necesario que los visitantes y bañistas, aunque el calor fácilmente los invita a quedarse en traje de baño, respeten los lugares en los que entran. El palacio Florio y la antigua procesadora de atún representan la historia de la isla y es justo que se respete el decoro y la importancia histórico-turística"., afirmó Saladino.
El control en el centro histórico para hacer cumplir la ordenanza está confiado a la policía municipal pero también a las demás fuerzas del orden presentes en la isla, mientras que para las entradas al Palazzo Florio y a la antigua fábrica de atún será el personal del Ayuntamiento el encargado de regular las entradas, en colaboración con la policía de tráfico.
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