"La novela tiene que ser una sucursal de la filosofía y los escritores tenemos que ser filósofos" como lo son los rusos clásicos, que lo pagaron con la vida, opina en entrevista a ANSA el novelista mexicano David Toscana, a quienes rinde un tributo en su último libro.
En "El peso de vivir en la Tierra", Toscana (Monterrey, 1961) hace un homenaje a los autores rusos, en especial a Isaak Bábel, que sufrieron la censura, la persecución, la cárcel y la muerte en la era bolchevique.
Ganadora del Premio Mazatlán de Literatura 2023 y del V Premio Bienal de Novela Mario Vargas Llosa, la obra, ambientada en 1971, está protagonizada por "un extraño Quijote que lee novela rusa y quiere ser preso, asesino y otros personajes bajos".
Al escritor, comenta, "lo que le tiene que mover es una necesidad mucho más poderosa que una historia de un asesinato.
Tiene que haber algo importante para el alma del individuo, las novelas tienen que tener una carga espiritual, de lo que a veces nos olvidamos y muchos no lo olvidaron y lo pagaron con la cárcel".
De ahí su homenaje a escritores rusos como Bábel, Aleksandr Pushkin, Nikolái Gógol, Fiódor Dostoievski y León Tolstói.
Frente a la "gran influencia que hay actualmente del cine y la televisión en la literatura", con "mucha literatura cuyo elogio mayor es que es fácil de leer", Toscana reivindica que "la novela tiene que ser una sucursal de la filosofía, los escritores tenemos que ser filósofos".
Añade que "tenemos que estar planteando las preguntas que hacen los filósofos a través de planteamientos y situaciones para que el lector cuestione", subraya.
A su juicio, la trama no debería ser "si encontramos o no al asesino" sino "hablar de la libertad, la soledad, el sentido de la vida, o la existencia o no de un ser superior".
Los escritores rusos, añade, "siempre se asumieron como profetas. Sus personajes son muy sólidos, las tramas son apasionantes y la prosa está muy cargada de significado".
Uno se preguntará, apunta, "por qué fueron perseguidos si no hablaban de política. Y era porque estaban hablando de la dignidad del individuo, del hecho que eran más que parte de una colectividad".
Por eso, escritores como Bábel "terminaron con un balazo en la cabeza".
La libertad de expresión es precisamente uno de los temas transversales que escritores como Toscana están abordando en el V Festival hispanoamericano de escritores (FHE), que se celebra en Los Llanos de Aridane (La Palma, Canarias), y que este año está dedicado a Centroamérica.
"Cuando hablas de literatura en Centroamérica, hablas de política y de libertad. En Centroamérica y varios países latinoamericanos hay un avance totalitarista, de falta de libertad y ausencia de democracia".
La democracia, añade, "tiene un botón de autodestrucción.
Por eso hay que cuidarla. Cuando se deja de cuidar pasa lo que pasa en México, que tenemos libertades, hay un autoritarismo pero hay algo que nunca existió, que es una magnificación del ejército".
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