El público de la 80a edición del Festival Internacional de Cine de Venecia dedicó 12 minutos a aplaudir el largometraje italiano "Io, Capitano", de Matteo Garrone, estrenado este miércoles.
En la Sala Grande del Palacio del Cine, en la isla de Lido, el director de "Gomorra" y "Pinocho" volvió al cine con una historia fuertemente ligada a la realidad contemporánea de los inmigrantes que cruzan el desierto desde Africa, con el horror de la tortura en Libia y el arriesgado viaje a través del Mediterráneo para llegar a la Europa deseada.
También lloraron los dos jóvenes protagonistas senegaleses, Seydor Sarr y Moussa Fall, actores por casualidad, que nunca habían puesto un pie fuera de su país; y Mamadou Kouassi, de Costa de Marfil, que hace 15 años hizo el viaje desde su país con las mismas dificultades, y ahora vive en Caserta, Campania, y ayudó a Garrone a hacer su película aún más verdadera.
"Cuento una historia ética, un anhelo de justicia, un plano diferente de la política y sus polémicas. Quería mostrar toda la parte del viaje que normalmente no conocemos, no vemos; cambiar el ángulo, desde Africa hacia Europa, contando subjetivamente la experiencia de estos jóvenes con diferentes estados de ánimo, felicidad y desesperación", dijo Garrone a ANSA.
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