El festival de cine más antiguo del mundo, que atravesó años turbulentos desde 1932, con veredictos abucheados como, en 1960, cuando se descartó a "Rocco y sus hermanos", de Luchino Visconti por una modesta película francesa, celebra sus 80 años con una nueva edición, que abrirá mañana y cerrará el 9 de septiembre próximo.
Esta edición estará marcada por la huelga de actores de Hollywood, el protagonismo de Netflix -que presenta varios de los títulos más prometedores- y la presencia de directores de primer nivel, incluidos algunos envueltos en polémicas por abusos como Roman Polanski, Woody Allen o Luc Besson.
Su 80 edición, efectivamente, lo convierten en el primer festival de cine del mundo, por delante de otros como Cannes y Karlovy Vary, ambos inaugurados en 1946.
La primera edición de la "Mostra", sin embargo, se remonta hasta 1932.
Se creó como parte de la XVIII Bienal de Venecia a propuesta del conde Giuseppe Volpi di Misurata, el escultor Antonio Maraini y el periodista Luciano De Feo, y a partir de 1934 se convirtió en un certamen anual y competitivo.
Es muy habitual que en los festivales de cine, una película que no gusta reciba estruendosos abucheos y silbidos por parte de los espectadores.
De hecho, uno de los ejemplos más recordados tuvo lugar en 1960, cuando el jurado decidió entregar el León de Oro al francés André Cayatte por "El paso del Rhin" en lugar de a Luchino Visconti por "Rocco y sus hermanos".
El público no paró de silbar durante toda la ceremonia de entrega de premios y posterior proyección de la cinta ganadora.
Seguir con la centralidad en el panorama internacional en constante cambio (con plataformas de streaming que hoy son protagonistas), ser un punto de referencia para autores de todo el mundo que aspiran tener el estreno en Venecia, convertirse en un trampolín para las películas ganadoras de un Oscar, continuar el saludable desafío con el festival de Cannes son misiones que año tras año se han convertido en metas cumplidas, aunque siempre a confirmar.
Este año se suman dos elementos para condicionar el festival: la huelga sindical de los autores y actores en Estados Unidos (e Inglaterra) que con grandes ausencias, desde Bradley Cooper a Michael Fassbender y Emma Stone, le quita glamour al Festival -esencial para no reducir el evento a una burbuja cinéfila-, y un objetivo de relanzamiento del cine italiano en las salas, una ocasión fundamental desde Venecia para hacer que el público vuelva a involucrarse en las historias locales y no solo en las internacionales.
Unas seis películas italianas compiten por el León de Oro, todas importantes a partir del presupuesto: "Comandante", de Edoardo De Angelis; "Finalmente L'Alba", de Saverio Costanzo; "Lo Capitano", de Matteo Garrone; "Lubo", de Giorgio Diritti; "Eneas" de Pietro Castellitto y "Adagio" de Stefano Sollima.
Y muchos otros repartidos en la sección "Horizontes", fuera de concurso, entre otras.
Una misión casi institucional, a pesar de la libertad de elección, para Alberto Barbera, el más longevo de los directores del Festival, al que todavía le queda un año, 2024, para finalizar su tercer mandato al frente del festival.
Después de la pandemia, el cine en salas se reanudó con enormes dificultades y el italiano sufrió aún más, está claro que entre la multitud de títulos, esperando una buena recepción por parte del público y de la crítica, algo se podrá mover.
La cuestión de género queda en un segundo plano, aún no resuelta: la igualdad está lejos: uno de los problemas es que de los más de 4000 títulos registrados, la participación masculina es del 66,56%.
Con un jurado presidido por Damien Chazelle, el director estadounidense de "La La Land" y una competición de 23 títulos, entre las películas más esperadas de Venecia se encuentran "Poor Things", de Yorgos Lanthimos, quien adaptó la novela homónima del escritor escocés Alasdair Gray, una historia estilo Frankenstein sobre una mujer (Emma Stone) devuelta a la vida por un científico poco ortodoxo (Willem Dafoe).
También estará "Maestro", dirigida y protagonizada por Bradley Cooper, y que se centra en la relación de amor entre el creador de la música de "West Side Story" y su esposa Felicia Montealegre (Carey Mulligan).
Otra película destacada será "The Killer", de David Fincher, basada en una novela gráfica de Alexis Nolent y Luc Jacamon sobre un asesino que tras "un fatídico error", debe enfrentarse "a sus jefes y a sí mismo", mientras tiene lugar "una persecución internacional que, según él, no es personal".
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