El nuevo enfoque, que ya ha permitido salvar la vida de dos
niños, se llama "Metagenómica", una técnica de análisis genético
que en el Hospital Pediátrico Bambino Gesù ya es una realidad
clínica, y que revoluciona la manera tradicional de detectar y
tratar infecciones.
"La metagenómica —explica Carlo Federico Perno, jefe de
Microbiología y Diagnóstico de Inmunología del Bambino Gesù—
consiste en buscar de forma integral todo el material genético
de los gérmenes presentes en una muestra, ya sea de sangre,
líquido cefalorraquídeo, tejidos u otros fluidos corporales"
"Ya no se busca un patógeno específico para confirmar una
sospecha clínica, sino que se analiza absolutamente todo lo que
hay: es la diagnóstica del futuro, que en el Bambino Gesù ya se
ha incorporado a la práctica médica diaria", agrega.
Este gran avance ha sido posible gracias a la presencia de
un equipo dedicado de bioinformáticos, capaces de leer las
secuencias metagenómicas.
En este proceso, los algoritmos de
inteligencia artificial interpretan los datos y determinan la
correlación entre los patógenos encontrados y los síntomas del
paciente.
"Entre los casos más emblemáticos —añade Perno— está el de
varios niños afectados por un shock séptico causado por
Lactococcus garvieae, una bacteria típica de la trucha,
extremadamente rara en humanos, o el de un pequeño paciente
inmunocomprometido que contrajo una infección potencialmente
mortal por un hongo del trigo, Ustilago maydis".
"En ambos casos, gracias a esta prueba diagnóstica global,
logramos identificar a los patógenos, que de otro modo habrían
pasado desapercibidos, y tratarlos a tiempo, salvando la vida de
los niños", revela.
El enfoque metagenómico también contribuye a combatir la
resistencia a los antimicrobianos: si durante el análisis no se
detecta ningún patógeno, se evita el uso innecesario de
antibióticos; si, en cambio, se identifica un agente específico,
se puede actuar rápidamente con una terapia dirigida.
"La metagenómica —sostiene Perno— no se limita a confirmar
sospechas, sino que profundiza para descubrir incluso elementos
inesperados. Por eso está destinada a convertirse en el estándar
global en diagnóstico microbiológico.
"Para que funcione en la práctica clínica se necesitan
varios ingredientes clave: tecnología avanzada, inteligencia
artificial, pero sobre todo, una colaboración fluida entre todos
los departamentos del hospital", explica.
"Gracias a esta interacción esencial, podemos mirar con
optimismo hacia el futuro del diagnóstico de infecciones",
concluye el médico.
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