Estados Unidos sube la apuesta y acusa
a la empresa china que ha paralizado Silicon Valley de
comportamiento injusto y robo de propiedad intelectual a través
de la "destilación", una práctica que permite a los modelos más
pequeños lograr un mejor rendimiento extrayendo su conocimiento
de modelos más grandes.
Las acusaciones estadounidenses no son el único problema
de DeepSeek, que saltó a la fama con su modelo R1, capaz de
imitar la forma en que razonan los humanos.
Su rival chino
Alibaba ha lanzado su nueva versión de IA, conocida como Qwen2.5
Max, afirmando que puede "lograr un rendimiento competitivo con
modelos de nivel superior", como DeepSeek-V3, GPT-4 u OpenAI de
China y Llama-3.1-405B de Meta.
A pesar del desafío interno, DeepSeek se muestra más
nervioso ante las acusaciones estadounidenses, que corren el
riesgo de traducirse en una mayor ofensiva de la administración
Trump contra los controles de exportación de chips y, sobre
todo, en nuevos aranceles contra China. OpenAI y Microsoft, el
gigante que es uno de los mayores inversores en la startup
liderada por Sam Altman, han iniciado investigaciones para
determinar si DeepSeek utilizó sus modelos de IA para entrenar a
su chatbot, aprovechando efectivamente tecnología estadounidense
sin permiso.
En los últimos meses, OpenAI y Microsoft han visto intentos
por parte de entidades con sede en China de filtrar grandes
volúmenes de datos utilizando la interfaz de programación de
aplicaciones (API) de OpenAI. La startup estadounidense ha
bloqueado cuentas sospechosas y ha iniciado una investigación
con Microsoft para identificar quién está detrás de ellas. Entre
los sospechosos se encuentra DeepSeek.
"Es sumamente importante que trabajemos en estrecha
colaboración con el gobierno de Estados Unidos para proteger los
modelos más capaces de los esfuerzos de adversarios y
competidores que buscan robar tecnología estadounidense", dijo
un portavoz de OpenAI.
Las empresas con sede en China "están constantemente
tratando de destilar los modelos de las principales empresas
estadounidenses de inteligencia artificial", agregó, sin dar más
detalles. Meta ha abierto cuatro "salas de guerra" sobre el auge
de la inteligencia artificial en China con el objetivo de
examinar los factores de éxito.
Las sospechas de OpenAI plantean interrogantes sobre el
rendimiento de DeepSeek, que podría conducir a resultados menos
significativos de lo que se pensaba inicialmente, pero también
sobre la capacidad de las empresas estadounidenses para
defenderse y evitar que sus rivales las copien, con
implicaciones para la seguridad nacional.
Mientras OpenAI y Microsoft investigan, el zar de
inteligencia artificial de la Casa Blanca, David Sacks, ha
planteado la posibilidad de un posible robo de propiedad
intelectual por parte de DeepSeek. "Hay evidencia sustancial de
que DeepSeek ha extraído conocimiento de los modelos de OpenAI,
y no creo que OpenAI esté muy contento con eso", dijo Sacks.
Howard Lutnick, el candidato de Donald Trump como
secretario de Comercio, utilizó términos más duros. DeepSeek
"robó, se infiltraron y tomaron nuestra IP", dijo a los
senadores estadounidenses durante su audiencia de confirmación.
Si es designado, Lutnick estaría encargado de supervisar la Ley
de Chips, una de las medidas más importantes de la era Biden, y
de supervisar los controles de exportación de semiconductores.
"Voy a ser muy duro" con los chips, aseguró Lutnick a los
senadores mientras, según se informa, la administración Trump ya
está discutiendo una posible ofensiva contra las ventas de
semiconductores de Nvidia a China, particularmente aquellas para
el desarrollo de inteligencia artificial. Rumores que hunden a
Nvidia en Wall Street, donde pierde un 6,9%.
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