"Las investigaciones realizadas hasta ahora sugieren que beber café no aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y parece reducir el riesgo de algunas enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2", indica el reporte.
"Dados los efectos que la cafeína tiene en nuestro organismo, queríamos comprobar si el momento del día en el que tomamos café tiene algún impacto en la salud del corazón", se detalla.
En el estudio participaron 40.725 adultos a quienes se les preguntó sobre todos los alimentos y bebidas que consumían al menos un día, incluidos los horarios de consumo. También se incluyó un subgrupo de 1.463 personas a las que se les pidió que llevaran un diario detallado de alimentos y bebidas durante una semana entera.
Los investigadores vincularon esta información con registros de muertes y causas de muerte durante un período de nueve a diez años.
Alrededor del 36% de las personas involucradas en el estudio bebían café por la mañana (principalmente bebían café antes del mediodía), el 16% bebía café durante todo el día (mañana, tarde y noche) y el 48% no bebía café.
En comparación con las personas que no lo hacían, los bebedores de café por la mañana tenían un 16 por ciento menos de probabilidades de morir por cualquier causa y un 31 por ciento menos de probabilidades de morir por enfermedad cardiovascular.
Sin embargo, no hubo reducción del riesgo para los bebedores de café en otros momentos del día en comparación con los no bebedores de café.
Los bebedores de café por la mañana se beneficiaron de la reducción del riesgo, independientemente de que fueran bebedores moderados (dos a tres tazas) o bebedores empedernidos (más de tres tazas).
Los bebedores ligeros por la mañana (una taza o menos) se beneficiaron de una menor reducción del riesgo.
"Nuestros hallazgos sugieren que no solo importa si bebes café o no, sino también el momento del día en que lo bebes", sostiene Lu Qi.
"Es importante la hora del día. Por la mañana, cuando nos despertamos y nos levantamos de la cama, normalmente aumentamos notablemente la actividad simpática, un efecto que se desvanece durante el día y alcanza su nivel más bajo durante el sueño", añade. "Por tanto, es posible, que beber café por la tarde o por la noche altere el ritmo circadiano de la actividad simpática.
De hecho, muchos bebedores durante todo el día sufren trastornos del sueño. En este contexto, resulta interesante que el café parezca suprimir la melatonina, un importante mediador inductor del sueño en el cerebro", explicó luego.
"En general, debemos aceptar la evidencia ahora sustancial de que beber café, especialmente por la mañana, es probable que sea saludable. Por tanto, ¡beba café, pero hágalo por la mañana!", amplió Lu Qi "Normalmente, no damos consejos sobre el momento en que lo bebes en nuestras recomendaciones dietéticas, pero tal vez deberíamos hacerlo. Lo pensaremos en el futuro", completó el científico.
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